La biblioteca fantasma

Del libro como delación

De pronto salta al escenario la corpulenta figura del Caballero Audaz, que estaba no sé dónde, confundido entre los grupos… Alto, hasta parecer un gigante sobre aquella peano del tabladillo, arrogante, gordo, bien vestido con su chaleco de fantasía y sus botitos, como un socio del Casino de Madrid, el arribista que debe su fama a esas noveluchas eróticas como Alma desnuda (cuyo título más justo sería Cuerpo desnudo) y su lujo llamativo y vulgar, su abrigo de pieles, sus sortijones y su alfiler, a su casamiento con una cocotte menopáusica, El Carretero Audaz, con su vocejón plebeyo, de labriego andaluz, arremete despectivo y retador con los oradores que lo han precedido, sobre todo con Endériz (con el que parece tener algún pique personal), y los acusa de estar al servicio de la Casa del Pueblo y querer utilizar a los periodistas para sus fines subversivos…, y eso no puede tolerarse… Eso es rebajar en vez de dignificar a la clase periodística y él no está dispuesto a tolerarlo, yen nombre de la elegancia espiritual (?) se opone a esa alianza de la pluma con la alpargata…
[…]
Algunos, los jóvenes, protestan: -¡Ese Carretero Audaz!… ¿Quién le habrá pagado para esto?… ¡Habría que lincharlo!
Pero ninguno se atreve a iniciar el menor gesto agresivo. ¡Ese novelista pornográfico tiene unos bíceps de boxeador y además es un espadachín!…

Cansinos Assens. La novela de un literato.

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José María Carretero probablemente sea uno de los escritores más denostados de la literatura española. Grafómano impenitente (si bien Cansinos cita a un tal Ferragut como negro del Caballero Audaz), publicó una ristra de novelas eróticas y una colección de libros políticos bajo el lema: “Al servicio del pueblo”. La serie dedicada a la guerra civil la tituló “La revolución de los patibularios” y consta de los siguientes títulos:

Su estilo no alberga sorpresa alguna: se cuece en la cacerola de sus páginas el “sota, caballo y rey” de la hagiografía bélica del bando nacional. No obstante, como testimonio podría tener su interés, así que me decidí a comprar el ejemplar dedicado a la Quinta Columna por si podía servir al debate que estamos teniendo estos días en este peculiar laboratorio de historia y literatura. Pensaba hallarme ante una novela, pero me equivoqué: el libro es una mixtura de autobiografía y ficción que me ha recordado a Javier Cercas, a quien en este sentido podemos tildar ya, con total convicción, de discípulo de El Caballero Audaz.

Las peripecias de un José María Carretero oculto en un piso de la calle Lista no dejan de ser sorprendentes. Para evitar que fuera descubierto en los registros nocturnos llevados a cabo por los milicianos, su familia lo cuelga de la ventana con una soga que deja suspendidos sus noventa kilos en el patio de luces. Carretero había abandonado su domicilio de la calle Serrano, en un edificio propiedad de Juan Alcalá Galiano. Los pisos fueron saqueados a partir del 27 de julio por milicianos cenetistas del Ateneo Libertario de Vallehermoso, cuya checa se instaló en el convento de Concepcionistas Franciscanas de la calle Blasco de Garay. La superiora del convento llegó a acusar a sus miembros de novecientos noventa y siete asesinatos.

Después de dar cuenta de sus tribulaciones, El Caballero Audaz presenta a dos personajes: su sobrino Mario Montilla (tiene el mismo nombre que otro aparecido en una novela de Joaquín Leguina) y Fabián Luque. Quintacolumnistas de pro, Montilla gasta carné de la FAI que le acredita como agente de los Servicios de Investigación Policial; Luque trabaja como redactor de Castilla Libre. Carretero se sirve de ambos para narrar lo que él, oculto en su propia casa, nunca pudo ver. Pese a ello, lo narra todo con mucho detalle. ¿Ficción?

De la Quinta Columna se habla poco. Ni aparecen las hermanas Unciti, ni el Socorro Azul ni otra organización quintacolumnista. Carretero se limita a contar cómo se organizó, en diciembre de 1936 y junto a otros amigos, un sistema que les permitió crear y difundir bulos y extender por Madrid el fantasma del derrotismo. Su campo de acción fue la calle de Alcalá, donde se estableció una especie de rastro apócrifo donde se vendía de todo, especialmente libros que lo mismo servían para ser leídos como para ser utilizados como materia combustible con la que poder cocinar. Será en el pequeño puesto de libros montado por sus amigos donde Carretero saldrá finalmente a la calle. Camuflado gracias a sus treinta kilos de menos, una barba de varios días y unas lentes ahumadas, será espectador del Madrid de la guerra. Por el puesto pasan mujeres desesperadas que buscan papel para quemar y que reciben de forma gratuita libros marxistas y ejemplares de la editorial Cenit. También pasará frente a él el escritor Antonio Hoyos y Vinent. “Desfile de mártires y buitres”:

Poco después sentí, como una impresión viscosa, el mortecino reflejo de una mirada glauca, turbia… Se posó en mí un instante y se desvió enseguida, indiferente. Oí una voz desafinada, ronca, sin matiz, como la de un estrangulado. Conocía bien a quien me hablaba… Era Antonio de Hoyos y Vinent, marqués de Vinent, el escritor aristócrata que se había convertido en murciélago de la Revolución, en sapo de la horda. Diariamente derramaba bilis y baba en la primera página de El Sindicalista. Varias veces había escrito párrafos llenos de rencor contra Concha Espina, contra Muñoz Seca, contra Maeztu, contra mí. Aun dándonos por muertos, excitaba a la jauría roja para que persiguieran nuestros libros y los exterminaran.
Jamás he comprendido el motivo de este odio sucio, que ni ante la muerte se detenía. Este monstruo y yo habíamos sido amigos durante muchos años. Desdeando prejuicios –aun sabiendo justificado el desprecio que la triste degeneración de Hoyos inspiraba a muchas gentes-, le había tratado siempre como a un camarada, no viendo en él, por encima de sus miserias patológicas, sino al escritor, al sordo desventurado, al compañero de profesión. Le había abierto la puerta de revistas y editoriales que se resistían a admitirlo. En publicaciones por mí dirigidas le había dado cabida, igualándole a firmas ilustres…
Antonio Hoyos y Vinent, traidor a su estirpe, a su abolengo como aristócrata, que se dedicaba a halagar a la chusma asesina; traidor a su sexo, por sus vicios nefandos, era también traidor a la amistad y al compañerismo. Su ensañamiento rencoroso conmigo no podía ser sino la explosión de una envidia póstuma: ni después de muerto me perdonaba, por lo visto, el miserable que mis libros se hubieren leído más que los suyos.
Se alejó Hoyos con su chubasquera de cuero, su pantalón caqui y sus distintivos de la C. N. T.
A su lado iba un miliciano cejijunto, mal encarado, estampa siniestra de matón, que le servía, por lo visto, de intérprete y que le hablaba por señas, con destreza simiesca.

Pese a estos detalles sobre los escritores de principios de siglo pasado, o a la idea que expone Carretero sobre el surgimiento espontáneo de una quinta columna que responde al terror en las ciudades españolas, lo que más me ha llamado la atención, a mí, posiblemente único lector de El Caballero Audaz a estas alturas del siglo, es el uso del libro como delación.

Al servicio del pueblo o al servicio de la venganza. La primera pista que me indicó claramente que no estaba ante una novela al uso fue la delación de una persona, con nombre y apellidos. Carretero recibe la noticia del asesinato de José Batlle Mestre, dueño de la pensión donde se había refugiado al iniciarse la guerra. Un día, Batlle acude al médico. Ya en la consulta, y ante el paso de unos aviones que él supone de los nacionales, hace comentarios que hacen sospechar al médico que le atiende. Éste le delata y a los pocos días unos milicianos acuden a su casa, se lo llevan a la checa de Fomento y lo asesinan. Carretero da el nombre y los apellidos del médico que delató a Batlle: Isidro Sánchez Covisa.

Por lo que puede leerse en internet, era un conocido urólogo y fue depurado al terminar la guerra. Además, era primo de otro médico, Fernando Sánchez Covisa, afecto a los nacionales y uno de los que declaró sobre el ataque en Guadalajara del avión en el que viajaba el delegado de Cruz Roja Internacional que custodiaba los papeles de Paracuellos.

Un Comentario

  1. Mercutio

    Joder, Brema, me acabo de dar cuenta de lo viejo que soy. Leo ‘Sánchez Covisa’ y me salen del cerebro reptiliano los pitos a escondidas, la palmera en el recreo y las tías del Pureza a tres manzanas. Esto de El País es lo primero que sale en Google.

  2. Rufián melancólico

    ¿no fue el Caballero Audaz el que se escondía en la tumba a la que fue a refugiarse Carrere llevándose un susto de muerte?
    Ya no recuerdo donde leí esto, pero juraría que fue él.
    Y El caballero Audaz había editado antes de la guerra en «los 13», según cuenta Andrés Trapiello, a Hoyos, Carrere, San José, Répide, Retana… Sus compadres de entonces.

  3. Puede ser, Rufián, porque al parecer su familia y sus amigos decidieron ocultar al Caballero Audaz en un cementerio. Ahí termina el libro.

  4. Mercutio

    Estoy seguro de que el Rufián Melancólico tiene alguna historia de los Guerrilleros de Cristo Rey setenteros por ahí guardada.

  5. Sexto Empírico

    El Enderiz que aparece en la cita de Cansinos es Ezequiel Enderiz. Es importante anotar que la cita corresponde a 1919. En esa época Enderiz trabajaba para El Liberal. Más tarde, durante la república, fue redactor de La Tierra, en la que trabajó con Cánovas cervantes, Mariano Sanchez-Roca y Eduardo de Guzman y también fue cronista de guerra.

    Hay una anécdota sobre el Caballero Audaz y Jacinto Benavente, muy jocosa y que lo retrata muy bien. En una ocasión El Caballero se encontró con Benavente por la acera y le dijo: «Yo, cuanto me tropiezo con un maricón por la acera, no me separo.» a lo que Benavente replicó: «Yo sí.»

    Frente a El Caballero Audaz, merece la pena recordar a un gran escritor, periodista y cronista político, hoy tristemente olvidado: Wenceslao Frenández Florez. En 1941 escribió una novela titulada «Los que no fuimos a la guerra» y aunque la ambientó en la primera guerra mundial, es demasiado obvio que hace referencia a la guerra civil. En ella, Fernandez Florez escribió estas tristes palabras: «he perdido en esa estúpida contienda, aún lejos de ella y sin asomo de culpa, algo de mayor importancia que un brazo o una pierna: he perdido, sin morir, mi vida.»

    Mercutio, a mi me pasa lo mismo con el apellido de marras y no puedo evitarlo, aunque lo intento. El que probó sus amenazas y cadenas de sus huestes…

  6. Rufián melancólico

    Bremaneur, yo también confieso que hace años me metí entre pecho y espalda «La revolución de los patibularios», buscaba algunos datos o hilos que finalmente no pude encontrar, y la verdad es que guardo muy poca memoria de aquella literatura.
    En la huida de Carrere al cementerio y de ahí al manicomio, creo que nuestro amigo Pedro Luis de Galvez tenía mucho que ver.
    A Antonio de Hoyos y Vinent, que murió en la cárcel de Porlier, y vuelvo a Trapiello, viejo, solo y enfermo, lo visitó su hermano para humillarlo y su respuesta fue mandarlo a la mierda. Literalmente. En Porlier le dejó morir su poderosa familia sin mover un dedo. El cronista de este triste final fue Diego San José en su libro «De cárcel en cárcel».

  7. Bremaneur, no digo que fuere una batalla por la estética, al menos de inicio, sino que afirmo que en uno de los bandos había una estética que al final se impuso y que a mí me parece más atractiva: es esa estética que a sensu contrario plasma Foxá en el párrafo que nos dejaba Rufián. Lo que no deja de ser, por cierto, literatura al servicio de una idea, pero buena literatura.

    Discrepo de las teorías de Trapiello:los alzados llevaban un tiempo conspirando, pero no tanto como a un voluntarioso Trapiello le gustaría. De años, nada; desde febrero del 36, con un régimen que poco a poco fue aboliendo cualquier atisbo de legalidad.

  8. Fernández Flórez es un escritor que me gusta a rabiar. Lo he pasado estupendamente con sus libros. También tiene una novela basada en sus peripecias durante los primeros años de la guerra: Una isla en el mar rojo. Literatura de embajadas, con ilustraciones de Sáenz de Tejada.

  9. Al final lo que uno busca en estos libros es eso: alguna escena costumbrista (en este vale mucho la descripción del rastro de la calle Alcalá), algún nombre, alguna anécdota.

    Lo demás, la hojarasca retórica que habrá de repetirse hasta la náusea en otros libros y otros autores, vale poco. Desde este punto de vista, Reinhard, Foxá es de los pocos que se salva -y con nota-, aunque reconozco que me regocijan expresiones como este «sapo de la horda» que usa el Carretero audaz. El problema viene cuando se meten con calzador parrafadas de la poética joseantoniana o se inmiscuye la semántica de la liturgia. Son pocos los que tienen un estilo propio.

  10. Rufián melancólico

    Mercutio, tiene usted razón. Podría contar una muy curiosa que le gustará. En los años finales de los 70 las películas de artes marciales, Kung Fu, Bruce Lee… tenían mucho éxito y en las barriadas muchos chavales manejaban a las mil maravillas los «nunchakus» o como se llamaran aquellos palos unidos por una cadena. Vendíamos prensa comunista en las puertas del Corte Ingles de Goya, zona Nacional, que decían los de Cristo Rey, que siempre aparecían con sus porras.
    Pero créame no se acercaban demasiado y si lo hacían aquello era una tombola de cabezas rotas. Gracias a Kungfú los piquetes de defensa se habían hecho imbatibles.

  11. Rufián melancólico

    Y ya solo nos falta el Madrigdrado de Francisco Camba y por supuesto Borrás y sus checas de Madrid que tan vilmente fusiló Umbral.

  12. Rufián melancólico

    Pero a veces nos daban para el pelo. El primero de mayo del 76 hicimos un salto en la calle Goya y apenas habíamos caminado cien metros una legión de guerrilleros se nos abalanzó con porras y detornilladores. Detrás de ellos iban los viejos con camisa azul y pistola. A un hermano mío lo atravesaron la mano de lado a lado, aun conserva una profunda cicatriz, y menos mal, porque la puso para protegerse el pecho. Volvimos a casa calentitos. Y en el 80 en el bar San Bao de Ciudad Lineal entraron al grito de ¡Viva Cristo Rey! y la emprendieron a tiros. Mataron a un chaval cuyo nombre lamento haber olvidado.

  13. Rufián melancólico

    Brema, en muchas páginas, pero sobre todo en aquella del saco con ojos. Fue un escándalo.

  14. Rufián melancólico

    Perdón Brema, olvidé el título.
    Madrid 1940. Memorias de un joven fascista.

  15. Rufián melancólico

    Reinhard, la estética que se impuso con la victoria de Franco no era muy monolítica. Estaba la de los jerarcas falangistas, y los del SEU, bastante cutre por cierto, pero también la de los militarotes bajitos, con barriga y gesto adusto y la de los meapilas de Acción Católica, cursis y atildados como lechuguinos, y la de los señoritos monárquicos con zapatos ingleses y el coche de papá para ir a la universidad. No termino de ver una estética unificada. Tal vez fue el bigotito en línea el común denominador de aquella época. Nada que ver con los nazis, que estos sí tuvieron una estética poderosa. Lo de aquí era más de mesa camilla y brasero, más de andar por casa.
    Y conviene mirar las imágenes de entonces y contemplar a un pueblo atrasado y famélico. Pero esta indigencia encima era un estigma vergonzoso del que al parecer eran culpables los mismos que lo padecían.

  16. Anónimo

    Entre los personajes que hicieron del libro arma arrojadiza e instrumento para la delación y la injuria destaca Joaquín Pérez Madrigal (1898-1974). Republicano de izquierdas y destacado anticlerical, fue diputado en 1931 por el Partido Radical Socialista, para pasarse en 1936 a la CEDA. Fue uno de los diputados a quienes Ortega y Gasset calificó de “jabalíes”.

    La sublevación militar le cogió, si no me equivoco, en Pamplona. Y a partir de ese momento inició una frenética actividad radiofónica y literaria basada en la descalificación del enemigo.

    De esta época son libros como «Augurios, estallido y episodios de la guerra civil: (cincuenta días con el ejército del norte)», 1936, y «Tipos y sombras de la tragedia. Mártires y héroes. Bestias y farsantes», 1937.

    En Radio Nacional de España hizo una serie de programas en que se reía de los milicianos rojos y de la flota republicana parodiando groseramente el habla popular. Aprovechó estos materiales para publicar libros como «Aquí es la emisora de la flota republicana… (La guerra a través de los partes rojos. Riesgo y desvergüenza de los navegantes, mangantes y mareantes del Mediterráneo y de su gobierno ‘ligítimo’)», 1939, y «El miliciano Remigio pa la guerra es un prodigio. (Memorias de un miliciano rojo transmitidas por ‘Radio Nacional de España’)», 1957.

    Dice Wikipedia: “En sus programas radiofónicos, se deleitaba en describir a los milicianos como hombres bobalicones e incultos, masa amorfa, pasto de bajas pasiones, de infecciones y de enfermedades indignas, incapacitada de pensar por si misma, y que se dejaba mandar, carente de virilidad y como sujetos andantes de una jerga populachera y dialectal repleta de vulgarismos e incorrecciones gramaticales”.

    Ya en los años sesenta, y siempre al servicio del régimen, escribió varios folletos chabacanos a modo de publicación periódica irregular bajo el título «¿Qué pasa?». Dedicó uno de ellos, por ejemplo, al “contubernio de Múnich”, congreso que reunió en 1962 a opositores al franquismo tanto del interior como del exilio.

  17. Ángel

    Joder Rufián, va a tener razón Sexto. Para ti no se salva ni Dios. Te veo todavía con el nunchaku ese en las manos.

  18. Y si nos asomamos al despeñadero de la retórica fascista podemos terminar leyendo cosas como ésta:

    Algún día tendrá la entrada que merece. Mi ejemplar está dedicado por la autora y es una Rarität digna de estudio. Aparece una foto de la Unciti y lo compré en contubernio con el Rufián un día inolvidable entre amigos y libros.

  19. Sexto Empírico

    Rufián, el Marques de Lozoya, aquel viejecito que enla televisión en blanco y negro hablaba de arte y había sido director general de Bellas Artes (1939-1951), escribió en El Correo Español (más tarde El Correo Español-El Pueblo Vasco), el 3-11-1938.

    «Todas las desgracias de España provienen del estúpido deseo de los gobiernos de enseñar a leer a los españoles; enseñar a leer a un hombre no es más que obligarle a asimilar el veneno que causará su desgracia y la de su patria.»

    El Cardenal Gomá, Primado de España, en el XXXIV Congreso Eucarístico Internacional de Budapest, del 25 al 29 de Mayo de 1938, dijo: «Paz, sí, pero cuando no quede ni un adversario vivo.»

    ¿Esa era la estética?

  20. De Pérez Madrigal tengo Memorias de un converso (virutas de historia) : vida, rango y escuela de un español del 31, un relato autobiográfico que llega hasta la república. Un «aquí estoy yo porque he venido» lleno de insultos contra los que fueron sus compañeros. Aparece en sus páginas el bar Negresco, por cierto.

  21. Anónimo

    Ya sabrá, Bremaneur, que los conversos son los más fanáticos y rigoristas.

    (Por torpeza mi post sobre Pérez Madrigal ha salido como «Anónimo».)

  22. Vaya cubierta la del libro de Pérez Madrigal, Astrónomo.

    Sobre conversos, el otro día topé con un nombre que ahora no recuerdo, un «falangista arrepentido» durante la guerra. ¿Dónde diablos lo leí?

  23. “Todas las desgracias de España provienen del estúpido deseo de los gobiernos de enseñar a leer a los españoles; enseñar a leer a un hombre no es más que obligarle a asimilar el veneno que causará su desgracia y la de su patria.”
    ***
    Son cosas como ésta, Sexto, las que hacen que el comportamiento del Grupo de Burgos me resulte más fascinante. Lograron aislarse de la barbarie gracias a la cultura cursi del Imperio, las haces y el mañana. Vivían encapsulados, alienados. Cuando se alejan de todo ello escriben grandes obras. Pienso ahora en Madrid de corte a checa, o el Javier Mariño.

  24. Astrónomo

    Bremaneur, falangistas arrepentidos pocos, desilusionados unos cuantos, pero que renunciaran al momio muy poquitos.

    De entre los que combatieron en las filas de Franco y luego se desilusionaron destaca, por la magnitud de su cabreo, el editor F. Mateu, autor de “Franco, ese… Mirando hacia atrás con ira” (Barcelona, Ed. Epidauro, 1977).

  25. Sexto Empírico

    Hablando de plagios. Cesar González Ruano, no se quedaba atrás. En sus “Memorias: Mi medio siglo se confiesa.” escribió: “Barriobero no era nada. Un cursilón el pobre; un abogado con cuatro lecturas de clásicos eróticos en la cabeza.”

    Estas palabras, exactas, las escribió más de treinta años antes, Carmen de Burgos, Colombine (y creo recordar que aparecen también en Cansinos)

    “Por el contrario los ramonianos decían que Barriobero no era nada, un cursilón el pobre, un abogado con cuatro lecturas de clásicos eróticos en la cabeza.”
    [Fernando Utrera. Memorias de Colombine, la primera periodista. Pag 283.]

    Y Cesar González Ruano portaba el famoso bigotillo.

  26. En uno de los doscientos prólogos del libro, dice Antonio Caponetto: «Me pide María del Pilar Amparo -nombre marianísimamente bello el suyo, que prefiero al de Pituca con el que amicalmente se la conoce […]»

  27. Sexto Empírico

    Bremaneur, G.C. en el 38, en un discurso en Palencia, dijo:

    «Alemania, Italia y España saltarán por encima del Rhin, por encima de los Alpes, por encima de los Pirineos para terminar con Francia… Al mirar por encima de los Pirineos, los españoles tenemos un gesto de odio.»

  28. Las perlas de Gecé darían para un blog aparte. Recuerdo una tertulia presentada por Sánchez Dragó en la que participaban Torrente Ballester, Jiménez Losantos, Jover Zamora, José Luis Abellán y Giménez Caballero. Debía de ser el año 81 y Gecé justificaba la violencia purificadora, ante el espanto de algunos y el gesto de «este hombre no cambia» de otros.

  29. Sexto Empírico

    Y que decir de aquel capitan, conde de Alba de Yepes por más señas, que un día reune a los campesinos que trabajan sus tierras y les dispara a seis de ellos como advertencia al resto. El mismo que dijo al periodista John Whitaker: «Nuestro programa es exterminar a una tercera parte de la población masculina; esto purificará el país y nos desharemos del proletariado, lo que es sano económicamente. Así no tendremos desocupados en España.»

  30. Otro converso fugaz, José María Fontana, titularía un capítulo de su Los catalanes en la guerra de España como «No nacimos como somos». Describe las peleas de la época muy plásticamente («Se armó un cisco espantoso; repartí puñetazos como un loco»), aunque me temo que no supera al Rufián. Lo de la «tómbola de cabezas rotas» no se me olvidará nunca.

  31. Astrónomo

    Amigo Bremaneur, J.M. Fontana de converso, nada. Lo que pasa es que, como excombatiente y «uno de los nuestros», le permitieron publicar su libro, en que se dolía -discretamente- de la enemiga contra todo lo catalán.

  32. Cierto, Astrónomo. Rectifico. Fontana narró con mucha pasión sus «años indecisos», en los que estaba muy cerca del socialismo de Largo Caballero. Se decantó inmediatamente por el falangismo.

  33. Astrónomo

    Bremaneur, en el libro de relatos de Iturralde hay un personaje que se pasa de los nacionales a los rojos cuando estos ya casi habían perdido la guerra. ¿Será este el personaje que usted recuerda?

  34. Aunque lo tengo por aquí, no he leído el libro de Iturralde. Sé que «mi arrepentido» no era un personaje de ficción. Haré memoria.

    Buenas noches.

  35. Rufián melancólico

    Siempre les quedará Rafael García Serrano que se lee con gusto y Sánchez Mazas y Cunqueiro y Torrente Ballester, tan estudiado por Bremaneur. No todo fueron Carreteros Audaces y Borrases.

  36. Sexto Empírico

    Para despedir la jornada, les dejo este poema de Cunqueiro (1933):

    Por oír a unha rula decir de amor,
    amiga, namorado vou!

    Por mirar as cerdeiras como botan fror,
    amiga, namorado vou!

    Por verte e non te vere no verde prado,
    amiga, namorado vou!

    Porque non me non queres por teu namorado!
    amiga, namorado vou!

    – No vento pórei este meu lume novo
    porque ardan as rulas, as cerdeiras e todo!
    Amiga, namorado vou!

  37. Astrónomo

    Rufián, es que García Serrano es tan brutico… Esa estética de «carrasclás», ese vivir 50 años en calidad de excombatiente… A Rafael García Serrano lo hace bueno su descendencia.

    Pero bueno, es cierto que lo que cuenta son sus libros, no su vida.

  38. En la anterior entrada, Sexto nos copió un fragmento del folleto Los antros del terror stalinista. El párrafo anterior tampoco tiene desperdicio:

    «Somos marxistas intransigentes y hemos comprendido siempre la necesidad histórica del terror en todas las grandes conmociones sociales. Pero, así como justificamos el terror ejercido por la clase revolucionaria, terror implacable pero humano, sin ensañamiento, combatimos y combatiremos siempre el terror policíaco de la contrarrevolución, que pretende la liquidación física de los militantes y de los núcleos más avanzados del proletariado».

  39. Rufián melancólico

    Un poema de pompa y circunstancia en la antología de Pedro Luis de Gálvez, Negro y Azul, editada por Francisco Rivas para La Veleta.- Editorial Comares, Granada 1996.

    EL CABALLERO AUDAZ
    Don Alonso de Céspedes fue un hidalgo de Ocaña,
    con tan forzudo brazo que paraba un molino;
    desquijaró leones y, lo mismo que caña,
    partía en sus rodillas la carrasca y el pino.

    Arrancaba las rejas de todas las hermosas.
    Terror de cuadrilleros y maridos astados.
    Sus manos -dos tenazas de hierro poderosas-
    tiraban los golillas -por burla- a los tejados.

    Cuando miro tu recia y arrogante figura,
    pienso que desde aquel bravo la pesada armadura
    sólo podría vestir tu cuerpo de gigante.

    Cual don Alonso, eres galán y pendenciero,
    y por la cuna y mote, dos veces caballero
    -sobre la envidia ajena, tu eterno rocinante.

  40. A ver si Trapiello se anima a reeditar ese libro.

    ***

    Reinhard, tengo el debate en vhs y creo que lo pasé en su día a dvd. Se lo confirmaré esta semana.

  41. Rufián melancólico

    Ha aparecido en repetidas ocasiones y en anteriores entradas el palacete de los Luca de Tena en Serrano 111. Como recordarán fue incautado por la CNT en agosto del 36 y acogió, nada menos, que al Comité de Defensa Confederal del Centro que dirigía Eduardo Val; el Estado Mayor de la CNT-FAI madrileña.
    Al acabar la guerra Torcuato Luca de Tena, que cuenta entonces 16 años, hijo de Juan Ignacio Luca de Tena, y nieto del fundador del diario ABC, también llamado Torcuato, regresa a la casa familiar de Serrano. Lo cuenta en su libro «Papeles para la pequeña y gran historia» editado por Planeta en 1991. Tras contemplar el jardín arrasado y plagado de trincheras realizadas como prácticas por los milicianos cenetistas, penetra en la casa y observa indignado como de los suelos de madera no queda ni una astilla, pues han sido levantados para servir como leña en los duros inviernos de la guerra. Lo mismo sucede con los muebles las puertas, y la capillita barroca. La sorpresa llega cuando se dirige al despacho de su padre.
    «No podía creer lo que estaba viendo. Clavado con chinchetas, había un cartel que decía: «Prohibida rigurosamente la entrada en este cuarto, pues pertenece al dueño de la casa.» No supe si reír o llorar. ¿Que galimatías era ése? ¿Y el resto de la casa qué? Había un candado enganchado en dos grapas pero afortunadamente estaba abierto, de lo que deduje que mi padre había estado anteriormente allí. ¡Increíble! El despacho estaba intacto. De los libros de la biblioteca no faltaba uno. Allí estaba el Espasa y la colección de Quijotes, y los muebles, y los cuadros, y hasta una mesa-vitrina con documentos, incluida la concesión del título a mi abuelo. ¡Asombroso!
    ¿Que movería a esa «gentuza, gentuza y nada más que gentuza» -como decía Emiliano- a respetar esa estancia, cuando en las otras hasta se llevaron los picaportes de las puertas?

  42. GARCÍA OLIVER – BAROJA

    La noche de Año Viejo, las Sociedades Hispánicas Confederadas organizaron un festival, que estuvo concurridísimo. Todo giraba en torno a los bailes y me aburrí de lo lindo, porque yo no he bailado nunca. Era la consecuencia de la influencia puritana de mis años mozos en los grupos anarquistas de Bandera Negra de Barcelona, los más fanáticos e intransigentes, en los que no se fumaba, no se bebía, no se jugaba, no se bailaba. «El baile, decían, es la antesala de la prostitución». Del juego decíase: «Quien no tiene ideas que cambiar, cambia cartas». Y así sucesivamente.

    ***

    El doctor, en el momento de decir una cosa, la creía, aunque estuviese en contradicción con sus costumbres y con su vida. Así, lanzaba anatemas contra los que jugaban a cartas, y daba como suya la frase del espiritual filósofo, que dice que los jugadores, no teniendo ideas que cambiar, cambian pedazos de cartulina; sin embargo, él jugaba al tresillo.

  43. Rufián melancólico

    Yo de Oliver ya me creo la mitad de la mitad.
    En el 26, en París, y junto a otros «magníficos» era un habitual del Aux Noctambules, en Pigalle, un lugar muy poco recomendable para los puritanos. Y aquello, mas que «la antesala», era un «salón» a lo grande no apto para menores. Hasta hace pocos años todavía se podía visitar y no había cambiado mucho su oferta desde los años 20.

  44. Astrónomo

    Rufián melancólico: ¿y qué? Parece que considere inapropiada la frecuentación por un libertario del cabaret Aux Noctambules, templo de la sicalipsis…

    Entre los anarquistas abundaban los enemigos de la taberna y del tabaco, los entusiastas del naturismo. Pero luego resulta que había practicantes entusiastas de la «acción directa» y de la «expropiación del burgués» que habían olvidado lo que era ir al tajo cada día por la mañana temprano.

    Cambiando de tercio: cuando al «revolucionario» Largo Caballero le pidieron que definiese su condición profesional, tuvo arrestos suficientes para manifestar que era «estuquista». Y todo quisque sabía que llevaba decenios sin mancharse de yeso, dedicado a la burocracia partidista.

    Ojo, no soy de los que consideran, casi religiosamente, que el trabajo sea una actividad salvífica o virtuosa.

  45. navegante

    Sr. Bremaneur y colaboradores, permítanme transmitirles mi admirado elogio por el rigor con que contrastan sus investigaciones y por la riqueza de sus aportaciones documentales. Desde que descubrí su blog les sigo con creciente interés.
    Ruego disculpen mi atrevimiento, si apelo a sus conocimientos y pueden resolverme una duda. Les pregunto por Eduardo Rubio Fernández -y esta cuestión lleva implícita la sugerencia de incluirlo en su galería de personajes-
    ¿Creen que el director de “Mi Revista” pudo ser el mismo personaje que el conocido como “el Chichito”? y ¿pudo haber tenido alguna intervención en el episodio de la embajada de Siam, como le atribuía M. Rawicz?

    -me temo que le envié la pregunta, equivocadamente, en otra página-

  46. Sexto Empírico

    Astrónomo, usted y yo que entendemos algo de asunto, deberíamos clarificar un poco el concepto de «acción directa» y de cómo surge.

    Es habitual que «acción directa» se use como sinónimo de «atraquismo» o incluso de «terrorismo» y, por tanto, más próximo al concepto de «propaganda por el hecho» de los anarco-bandidos de finales del XIX en Francia y e Italia, preferentemente (Bonnot, Angiolillo, Ravachol, etc) y que tan bien retrata Joseph Conrad en El Agente Secreto.

    Sin embargo, el concepto de «acción directa» y realmente su uso mayoritario no tiene nada que ver con esta acepción. Surge en los años veinte del siglo XX para diferenciar la forma de actuar de la CNT y de la UGT y significaba que la relación de negociación y vindicación entre obreros y patronos se realizaba «directamente» sin ingerencia de otros actores (gobierno, policia, patronal). Más concretamente era el rechazo de los Comités Paritarios y de los Jurados Mixtos que utilizaba y defendía Largo Caballero (también llamado «el estuquista»), presidente de la UGT y colaborador de la Dictadura de Primo de Rivera, donde fue Secretario de Estado de Trabajo, lo que permitía que la UGT pudiera seguir funcionando mientras se cerraban y clausuraban los sindicatos cenetistas. Esto explica también el porqué durante algún tiempo hubo anarquistas en la UGT y que con el advenimiento de la República la UGT pérdiese un buen número de sindicatos que se pasaron a la CNT.

    En conclusión, había muchos, muchos enemigos de la taberna, del tabaco y naturistas entre los anarquistas y que al mismo tiempo prácticaban la «acción directa» en el segundo sentido que he mencionado más arriba. De hecho la mayoría de las practicas de «acción directa» de la CNT se regían por esta concepción, si bien las que han pasado a la «historia» y son más populares son las que identifican la acción directa con la Stern, como tantas veces dice o insinúa Garcia Oliver en su libro.

    Creo que como insinuaba el Rufián más arriba, va siendo hora de dejar aparcado el libro de García Oliver porque no refleja la realidad de sindicalismo de la época, ni de la FAI tampoco.

    Astrónomo, si le parece, corrija o complete lo que he afirmado.

  47. Rufián melancólico

    Astrónomo, no pretendía criticar a G.Oliver por frecuentar el Aux Noctambules ni mucho menos, lo que critico es su cinismo sobre tantas y tantas cosas en su libro El eco de los pasos. Otro ejemplo de esto es su papel es la política represiva. Usted recordará que el propio Melchor le tiró a la cara su nombramiento como delegado de Prisiones al comprobar los obstáculos que ponía a su labor, o como se atribuía haber sido él quien hizo desaparecer el Comité de Salud Pública de Valencia, cuando en realidad sabemos ya que fue Olózabal. Es este tipo de cinismo y falsedad la que critico. Lo otro no tiene ninguna importancia .

  48. Rufián melancólico

    Navegante, miraré que es lo que hay de Eduardo Rubio Fernández, pero no estaría mal que nos diera un anticipo de este personaje, algún hilo del que tirar.

  49. Sexto Empírico

    Rufián,

    El problema de García Oliver, y creo que ya se lo indiqué alguna vez, es su narcisismo enfermizo, no su cinismo. Es el narcisismo el que le hace atribuirse todo lo humano y divino, por eso sus memorias deben leerse con cuidado. El narcisismo hace que algunos tipos sean envidiosos o resentidos y esto le ha pasado a García, en relación con Durriti, por ejemplo, pero también en relación con la Federica y muchos otros a los que ocnsideraba inferiores en inteligencia pero que gozaban de más simpatías que él.

  50. Rufián melancólico

    Más allá de la ambición enfermiza de García Oliver por ocupar el centro del escenario y acaparar el foco de luz como protagonista directo de muchos acontecimientos, la defensa de Madrid sin ir más lejos, y más allá por lo tanto de su desmedido ego y la distorsión que esto supone, hay una manipulación en sus memorias de ciertos hechos históricos que creo obedecen a otros intereses, y no tanto personales como políticos. Y aquí es donde yo le califico de cínico.

  51. Astrónomo

    Sexto, me atribuye conocimientos que no tengo. De hecho, me ha aclarado las cosas lo que cuenta usted sobre la “acción directa” y el sentido que cobra la expresión en los años de la dictadura de Primo de Rivera.

  52. Astrónomo

    «El Chichito»

    Navegante, gracias por su insistencia, que me ha permitido descubrir a este personaje y sus actividades. Actividades de lo más diversas, como verán.

    Eduardo Rubio Fernández era, en efecto, «el Chichito», conocido estafador. En este sentido hay abundantes referencias en la prensa desde al menos 1913 hasta 1934.

    Pero además es autor de un libro del que sólo conozco la referencia: «Melilla, al margen del desastre (mayo-agosto, 1921)», Barcelona, Ed. Cervantes, 1921.

    Eduardo Rubio, personaje poliédrico, fue creador y director, en los años de la guerra civil, de la publicación «Mi Revista», de la que nada puedo decir por carecer de referencias.

    Y, agárrate que hay curva, en 1946 creó en París dos publicaciones bilingües: nuevamente «Mi revista» y «Heraldo de España».

    En sus memorias inéditas dice Luis Capdevila que Rubio
    ya había publicado «Mi Revista» bastantes años antes de la guerra civil.

     

    Centrémonos en “Mi Revista”. La dirigía el propio Rubio; el subdirector era el argentino Luis R. Larreta y el redactor jefe Luis Capdevila. El secretario de redacción era Mario de la Viña.

    Se trataba de un magazine lujoso de un centenar de páginas impresas en papel couché. Portaba dos subtítulos: “Ilustración Latino-Americana” y “Organe de Diffusion de la Pensée et du Goût Française en Amerique Latine”. Eduardo Rubio creó al efecto una Société d’Editions Excelsior, cuya sede estaba en el nº 12 de la calle Saint Quentin.

    Según Just Arévalo, “Por sus páginas desfilaba lo que era novedad en París en cuestiones como la moda, el cine, el teatro, el arte, el turismo (…) la publicidad de las firmas más prestigiosas de la industria parisina: los perfumes de Orsay, Rival (…) los diseñadores de moda más importantes (…) los hoteles Scribe y Carlton; el cognac Camus (…)”

    Entre los colaboradores de estas publicaciones de posguerra se cuentan Paul Valéry, Jean Cassou, Paul Eluard, Louis Aragon y Albert Camus, Claude Morgan y Claude Aveline por parte francesa, y Luis Capdevila, Ángel Samblancat, Felipe Alaiz, Mariano Benlliure, Alonso Camín, Mario Aguilar, Ceferino Avecilla, Fernando Pintado y Ventura Gassol por parte española.

    Y, aunque visto lo anterior parezca extraño, la revista tenía además una dimensión política, “de combate” contra Franco y sus aliados, aún más acentuada en el semanario “Heraldo de España”. Si les interesa, se lo cuento.

    (Estas informaciones proceden en gran parte de A. Alted y M. Aznar, “Literatura y cultura del exilio español de 1939 en Francia”.)

  53. DEFENSA Y ELOGIO DE EL ECO DE LOS PASOS

    Sexto, Rufián, en las memorias de Oliver queda muy claro -incluso para quienes las leen sin saber nada de él- que es un megalómano recalcitrante; también queda claro que en el mejor de los casos cuenta verdades a medias y le delata su saña contra personajes muy concretos. No obstante, son un monumento autobiográfico, empezando por el título.

  54. Fontana, en Los catalanes en la guerra de España, acusa a García Oliver de ordenar el asesinato de Primo de Rivera; en sus memorias -las de Fontana-, entretenidísimas e imprescindibles para conocer el criptofalangismo catalán, también habla de los intentos de Falange para unirse a los anarquistas de Pestaña.

  55. Un ejemplo paradigmático del anarquista vegetariano y me atrevería a decir naturalista utópico es Erich Mühsam.

    De él tengo ganas de leer Ascona. Según veo en una página web,

    ASCONA es el relato que hace Erich Mühsam de este enclave junto al lago Maggiore donde se experimentaron, desde el último tercio del siglo XIX hasta los años 20 del siglo XX, otras formas de vida y donde se dieron cita todas las utopías. Mühsam llega a Ascona en compañía de su amigo Johannes Nohl, en 1905, y se instala en «Monte Verita», colonia ético-social-vegetariana-comunista, y describe aquel universo.

    Durruti conoció a Mühsam durante su estancia en Berlín. Souchy escribió una breve semblanza sobre este gran hombre y está publicada en español.

  56. Astrónomo

    Me gustaría saber si hay un buen estudio sobre los «apóstoles de la idea», aquellos anarquistas que en el último cuarto del XIX viajaban propagando su ideal por las ciudades y los pueblos de España.

  57. navegante

    Gracias por la rapidez en responderme iba a darles las pistas que he encontrado de Eduardo Rubio Férnandez (a) El Chichito y veo que se me han adelantado, en sus respuestas.

    Nacido en Puerto Rico hacia 1887 “que también usa el nombre de Eduardo Antonio Aguilar, Marqués de Aguilar de Inestrillas “ (ABC, 21-enero-1923) En otra noticia del año 34 se dice de él “El detenido presentó su tarjeta como director de la Editorial República” “famoso, audaz e inteligentísimo estafador y pícaro español”(Rawicz) hacen eco de sus pícaras hazañas Baroja, que le da por muerto en el 1939, Cansinos-Assens, creo que también Ruano y hasta Carrillo en sus memorias de 1994 que, como en el libro de Rawicz, le sitúa en la cárcel Modelo en 1934, moviéndose con tal desenvoltura que aparentaba ser el director del establecimiento. En las hemerotecas de Abc, La Vanguardia y El heraldo de Aragón hay noticias de su paso por tribunales por estafar funerarias, hoteles incluso un episodio en que formó parte del séquito – con disfraz de de oficial inglés incluído- del falso Príncipe de Battenberg, que fue invitado y recibido oficialmente en cuatro provincias antes de que la llegada a España del verdadero Príncipe les obligara a desaparecer de escena precipitadamente, aunque fueron detenidos en Reus, no sin antes timarle 20 o 40 mil pesetas -según distintas fuentes- al cardenal primado monseñor Sancha. Episodio que titulado como “La novela del falso Príncipe de Battenberg” relató publicó “La Linterna” Semanario de Reportajes en el Nº 44 Año II Marzo 1936
    También consultando el índice de los archivos de CNT he encontrado esta referencia en la sección
    ARCHIVO DE LA SECCIÓN NACIONAL DE COORDINACIÓN Y SERVICIO DE INFORMACIÓN EXTERIOR
    005L Expedientes sobre personas y asuntos diversos. 1937-1939 y s.f.
    N.B. 005K-L forman 1 carpeta.
    a) Informe sobre Eduardo Rubio Fernandez (`Chichito’). 3 agosto 1938;

    Pero no he encontrado casi nada sobre el Eduardo Rubio Fernández, Director de Mi Revista. Ilustración de Actualidades.
    Aunque encuentro demasiado curioso que siendo Mi revista una revista de edición lujosa con reportajes de gran mundo fuera a su vez de los medios oficiales del SIA. Ver en el mismo archivo de CNT esta referencia:
    ARCHIVO DE LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL ANTIFASCISTA (SIA)
    96B Documentos concernientes a asuntos generales del Consejo Nacional de SIA. 1937-1939. 1 carpeta
    5) Libros de propaganda y información sobre España y la lucha antifascista en Cartagena y Madrid; Manifiestos de SIA de consejos locales y regionales y revistas de propaganda de SIA: Nueva Iberia, Amanecer, Mi Revista, Ilustración de Actualidades. No. de 1-12-1938
    Siendo que por su largo historial delictivo vemos al “chichito” vinculado al gremio de estafadores de clase alta, hospedándose en hoteles que dejaba sin pagar, traficando con divisas, codeándose con la alta sociedad para localizar objetivos que desvalijar de joyas y dinero, como podrán encontrar en las noticias policiales de los años anteriores a la guerra, pudo muy bien conocer e incluso realizar algún trabajo acompañado de Verardini.
    Desde luego es bastante ilustrativo que en las columnas de opinión de “Mi Revista” Eduardo Rubio Fernández animara a la labor del camarada Erolas a acabar con la quinta columna y los burgueses acaparadores. En el ejemplar que he consultado que es el mismo número donde se publicaba el reportaje del camarada Erolas y la detención de la quinta columna de Barcelona hay una sección sin firma, al lado de la columna del director, similar a la que aparecía en El Mono Azul” indicando posibles objetivos para las patrullas.
    Por último en el exilio de París volvió a publicar “Mi Revista” donde escribían, entre otros, Capdevila y creo que Zamacois. Al parecer desaparece “a la francesa” sin dejar pistas de su rastro ni a sus colaboradores en los años cuarenta. Peroel dato de que se tratara del mismo personaje sólo lo he encontrado en el libro de Rawicz.

    Les traje este personaje cuando comentaban sobre Verardini, pero si como dice Bremaneur , es el mismo personaje, creo que tiene más interés pues sería alguien que pudo muy bien dar salida a joyas divisas y bienes incautados, es decir otro revolucionario del «caviar». Otra pista su «socio» en la estafa del Falso Príncipe de Battemberg se fugó de la cárcel y estuvo en el Tercio en los años 20.

  58. Astrónomo

    Dice Bremaneur:

    “Fontana, en ‘Los catalanes en la guerra de España’, acusa a García Oliver de ordenar el asesinato de Primo de Rivera.”

    Lo que afirma Fontana es algo obvio, dado que García Oliver era ministro de Justicia cuando se ejecutó a Primo de Rivera.

    De una entrevista con Luis Andrés Edo:

    “P. En alguna ocasión has comentado que García Oliver estaba convencido de que, si volvía a España, le matarían inmediatamente.

    R. Así es. [Tras hablarle de la posibilidad de que volviera a España] No lo olvidaré nunca: le vi dudar durante diez segundos, que duraron una eternidad, y finalmente me dijo que no, porque nadie, nadie estaba en su situación: él. Como ministro de justicia, había firmado el acta de la ejecución de José Antonio Primo de Rivera.”

  59. Sexto Empírico

    Astrónomo,

    Acaba de sacar usted en la BF el motivo de mi poco aprecio por García Oliver. El gran narcisista, el más valiente que ninguno, el que acaba El eco de los pasos, con aquella frase grandilocuente de «y asi día tras día esperando la muerte», tiene miedo a venir a barcelona porque fimó la sentencia de Primo de Rivera, ¡Qué ridiculez y que ganas de darse importancia! Tomemos el ejemplo de Carrillo. Comparativamente hay mucha más valentía en Carrillo que en García.

    Dudaba en sacar a la luz esa entrevista con Edo, pero ya que la ha sacado usted…

    Bremaneur, coincido con usted en que el título es magnífico y que algunas pocas páginas del mismo, en especial los primeros años, son impagables.

  60. Coincido, Sexto. Los primeros años son impagables. La guerra es otra cosa: el discurso radiofónico tras los hechos de mayo, etc. La narración de su exilio también merece una lectura muy atenta.

    Astrónomo, ahora le pasaré el párrafo exacto. García Oliver cuenta que firmaba todas las sentencias que traían de los tribunales populares, y que sólo abdicó en el caso de un joven.

  61. Pero no fue la única noticia. Estábamos en noviembre, mes de los muertos. La radio enemiga transmitió la noticia de que, al amanecer del 20 de noviembre, había sido fusilado en Alicante el jefe de la Falange, José Antonio Primo de Rivera. Esperaba la noticia, que tenía que llegar de un momento a otro. El juicio se celebró ante Tribunal popular, habiendo recaído en él pena de muerte por complicidad en los delitos máximos que habían conducido al país a la terrible guerra civil que desencadenaron los militares facciosos y los falangistas.

    Como de costumbre, la sentencia de muerte había pasado a consideración del Consejo de ministros. Todas las sentencias de muerte, impuestas por los tribunales, antes de ser ejecutadas eran comunicadas a la presidencia del Consejo de ministros. El presidente estaba facultado para dar el «enterado», lo que suponía inmediata ejecución de la sentencia. Pero Largo Caballero nunca hacía personal decisión. Siempre traía las sentencias a la consideración del Consejo de ministros. Si éstos no objetaban, la presidencia remitía el «entera- do». Si aparecía alguna objeción, la causa era remitida al Tribunal Supremo, para que la revisase en nuevo juicio que se sustanciaba en alguna de sus Salas.

    Por sistema, y por ser el ministro de Justicia, no objeté nunca una sentencia de los Tribunales populares. Solamente una vez, mi palabra y mi voto fue para que se suspendiese una sentencia de muerte que iba a pasar sin merecer ninguna objeción. Se trataba de un caso de espionaje juzgado en Asturias. El reo era un muchacho de 14 años. Aunque pudiese ser culpable de los delitos de espionaje de que era acusado, a mí me pareció excesiva la pena de muerte para un muchacho tan joven. En consecuencia, su causa pasó a revisión del Tribunal Supremo.

    Por sistema, apoyé siempre las sentencias de muerte impuestas por los Tribunales populares. Era la manera de tener la suficiente solvencia moral para impedir que, al margen de los Tribunales populares, y tomando por pretexto la inoperancla de éstos, las prisiones fuesen asaltadas y pasados por las armas los presos sospechosos de pertenecer al bando faccioso. Defendía la acción de los tribunales, pero nunca sostuve polémica con los demás ministros por dicha causa. Yo cumplía con mi deber y ellos con su conciencia.

    Cuando llegó a la consideración del Consejo de ministros la causa de José Antonio Primo de Rivera y la pena de muerte que le impuso el Tribunal popu- lar de Alicante, como de costumbre, Largo Caballero, con la gravedad del caso, nos dijo: Quedan ustedes enterados. Si hay alguna objeción, háganla ahora». Se produjo un silencio de plomo.

    —Entonces damos el «enterado» —concluyó Largo Caballero.

    —Espere un momento, por favor. Yo también estoy de acuerdo en que se envíe el «enterado» y sea ejecutado ese señor. Sin embargo, quisiera sugerir la conveniencia de demorar la ejecución, en espera de que pueda surgir la posibilidad de canjearlo por el hijo de Largo Caballero…

    —¡Perdone, señor Esplá, que lo interrumpa! En este momento, el Consejo de ministros no está considerando lo que pueda ocurrirle a mi hijo. Si alguna vez, ésta es mi opinión, llegamos a establecer el canje de presos, será cuando el gobierno lo considere pertinente, lo acuerde y se aplique a todos. En mi calidad de jefe del gobierno, les pregunto: ¿Alguna objeción a que se envíe el «enterado» al tribunal de Alicante?

    Ante el reiterado silencio de todo el gobierno, afirmó: —Será enviado el «enterado».

  62. Sobre el miedo de García Oliver… lo más increíble de su narración son esas supuestas ganas de volver de Francia a España cuando Madrid está a punto de caer en el 39. Esa especie de «sujetarme que me pierdo» tan poco creíble, tan triste.

  63. Sexto Empírico

    Astronómo, sobre el tema de los «apostoles» pudieran ser de su interés tres libros: El Proletariado Militante de Anselmo Lorenzo, El Moviemiento Obrero Español (1886-1926) de Manuel Buenacasa y El Socialismo Utópico español (compilación y Selección de Anotnio Elorza).
    NO sé si es este el tipo de estudio al que usted se refería.

  64. Astrónomo

    Bremaneur, Primo de Rivera fue ejecutado, antes de que llegase el preceptivo «enterado», a impulsos del Comité local de Orden Público de Alicante. El comunista Jesús Monzón, gobernador por entonces de la provincia, intentó inútilmente retrasar la ejecución.

  65. Astrónomo

    Navegante, ya que elogia el rigor con que se contrastan las investigaciones en esta Biblioteca Fantasma, permítame algunos apuntes:

    1) Dice usted: “Aunque encuentro demasiado curioso que siendo Mi revista una revista de edición lujosa con reportajes de gran mundo fuera a su vez de los medios oficiales del SIA [Solidaridad Internacional Antifascista]”. Me parece que confunde “Mi Revista” de 1936-1938 con “Mi Revista” de 1946; sólo esta última tenía “reportajes del gran mundo”.

    2) Por lo cuenta, Navegante, y por lo que llevo leído, es indudable que Rubio y “el Chichito” eran la misma persona, un estafador con larga experiencia. También es indudable que fue un buen periodista y que perteneció a CNT. Pero no está claro que fuera las dos cosas a la vez, es decir, que fuera “otro revolucionario del ‘caviar’”. Considero más probable que se hiciera anarquista tras haber pasado varias veces por la cárcel (hay muchos casos parecidos).

    Cuidado con las hipótesis sin base: no hay datos que avalen la relación Rubio/Verardini ni la relación Rubio/tráfico de bienes incautados.

    3) A mi juicio la intervención de Rubio en el caso del falso príncipe de Battenberg es poco segura. Primero, porque la estafa tuvo lugar en 1906, cuando Rubio tendría 19 años: demasiado joven. Y segundo porque quien afirma que Rubio tuvo que ver con el caso del falso príncipe es Emilio San Pedro (o Sampedro) Bienes. Y este gustaba de «adornar» su relato, como escribe Emilio Colás, el periodista de “El Heraldo de Aragón” que le entrevistó hacia 1926. Para entonces San Pedro ya estaba retirado del arte de la estafa, y para dar lustre a su carrera bien pudo mezclar en el asunto a Rubio, estafador por entonces de gran fama. (Ya ve que también yo formulo hipótesis…)

    San Pedro era el falso secretario particular del falso príncipe; y el falso príncipe, el jefe de la operación, era a su vez Emilio Gómez Díaz, este sí maestro indiscutido de la estafa.

    Si averigua algo más no deje de contárnoslo, amigo Navegante.

  66. navegante

    Eduardo Rubio Fernández, en su faceta de príncipe de estafadores, aparece como personaje literario en la novela,(asómbrense, novela de ciencia/política ficción): “1945 el Advenimiento del Comunismo Libertario” de Alfonso Martínez Rizo, escrita en(1932) se puede leer en internet, disculpen, pero he perdido el enlace, aunque es fácil de encontrar. a usted que le gustan las rarezas, Bremaneur, le recomiendo que le de un vistazo. También recomendable para catalogadores y coleccionistas de «utopías».

  67. Aquí, el enlace a la novela.

    Haz clic para acceder a l139.pdf

    Los caminos del señor son inescrutables. La deriva de esta biblioteca adquiere caracteres lisérgicos. Para rematar, tendrán que estar atentos a la siguiente entrada. Rufián, no he conseguido información sobre los pistoleros de falange y voy a dar un paso atrás. Por aquello de coger impulso, como se suele decir. El título ya lo tengo: «Agonía bajo las bombas».

  68. Astrónomo, dentro de unos días tengo que devolver unos libros a la «Bibliothek der Freien». El bibliotecario es experto en los orígenes del anarquismo español, así que aprovecharé para preguntarle sobre el tema.

    Por cierto, este hombre me preguntó acerca de editoriales anarquistas contemporáneas. Si me dieran algún nombre se lo agradecería mucho.

  69. Rufián melancólico

    Me he visto obligado durante unas horas a faenar de pocero por una avería doméstica y a mi regreso a estos salones, limpio y reluciente, me quedo abrumado con sus comentarios.

    Astrónomo, Navegante, gracias por el minucioso retrato del Chichito. Estoy seguro que algo de él he leído en Causa General. En unos instantes lo buscaré.

    De Oliver, creo que ya va siendo hora de prepararle una entrada en condiciones. Yo he dicho en otro lugar que El eco de los pasos es una magnífica novela, de las mejores del exilio, y no le quito un apice a su indudable valor. Pero sus venganzas, él mismo dice en su libro «yo soy hombre que en la vida se cobra sus cuentas», y su manipulación de ciertos hechos, le restan bastante valor para iluminar determinados hechos históricos. Habrá tiempo de discutirlo.
    Y tiene razón Sexto, Carrillo tuvo más coraje, y lo suyo era más gordo.

  70. Sexto Empírico

    Bremaneur,

    Carrillo no es santo de mi devoción, pero cada vez que recuerdo el 23F, tengo que concluir que era valor, no hay otra palabra (acuerdense de Guerra, Gonzálerz y compañía). Salvo Carrillo, Suarez y Gutierrez Mellado, nada de nada. Y ahí Carrillo sí que estaba en condiciones de decir adiós.

  71. Sexto Empírico

    Navegante,

    Muchas gracias por traernos a Martínez Rizo a esta BF. Merece la pena su biografía y sus escritos también, por ejemplo sus estudios sobre el federalismo.

  72. Astrónomo

    Sexto, gracias por las referencias bibliográficas; Bremaneur, ya no tiene que molestarse en pedir información a su amigo bibliotecario.

    En cuanto a editoriales anarquistas, yo sólo tengo relación con una, muy pequeñita, que se llama Llaüt, para la cual hice una traducción sobre los «ludditas» (de Ned Ludd) y alguna otra.

    Como muestra, una curiosa estafa de Rubio, la de “el Álbum de la República”: pedía dinero adelantado a ministros, diputados y demás para una publicación de exaltación republicana (que nunca se editó, claro está). Los “vanity books” siempre han sido un modo eficaz de sacar dinero al personal.

    Lo cuenta el periodista de “La Vanguardia” Álvaro Ruibal, que firmaba “Ero”. Este “Ero” cita al “Chichito” con frecuencia y dice haberle tratado bastante antes de la guerra. Durante la segunda guerra mundial, cuenta, “el Chichito” trapicheaba en Francia con ganado, sirviendo pedidos de los alemanes; les hizo notables pirulas.

  73. Astrónomo

    Sexto, hace muchos años leí, sobre el comportamiento de Carrillo el 23F en el hemiciclo, que el hombre no pudo agacharse porque ese día llevaba una faja ortopédica que se lo impedía. Nunca he vuelto a topar con esta información, que muy bien podría ser una infamia.

  74. Todos hemos visto esas imágenes, aunque a mi modo de ver se han repetido muy poco (hay pocos dvds a la venta que las recojan: la memoria histórica en España), y cada vez que las repaso se me ponen los pelos como herrumbrosas lanzas. Igual que en esa escena en la que aparece el Rey ante el parlamento vasco (en un vistazo rápido, ni siquiera lo veo en Youtube). Sin restar un ápice de admiración a todos ellos, hay que decir que era gente con tablas. Ve uno lo que hay ahora sentado en esos escaños y le entran grandes dudas y, sobre todo, se plantea seriamente hacerse un Mühsam mesetario y mandarlo todo al carajo.

    Yo tenía seis años entonces y no recuerdo nada, pero es una de las pocas fechas en que cada español debería contar qué estaba haciendo en esos momentos y qué es lo que hizo.

    Del Pce hay que recordar eso, el discurso de Maarcelino Camacho sobre la Ley de Amnistía y la declaración del 56 sobre la reconciliación nacional. Luces y sombras.

  75. navegante

    Permítame Sr. Astrónomo unos matices a su comentario,usted afirma que es indudable que Rubio Fernández fuera un estafador, un revolucionario, un buen periodista y que perteneció a la CNT y todo a la vez. Para cuestionar el matiz de si era un»vividor» o además un «Bon vivant» a costa de la propiedad ajena. Salvo en su participación en la visita principesca, las fuentes para su pasado profesional de estafador de «altos vuelos» no son todas tan discutibles como la de Emilio Gómez Díaz. Preste atención a los detalles de elegancia en el vestir, establecimientos dónde acostumbraba a alojarse sin pagar y medios de locomoción , cuando no se encontraba hospedado por cuenta del estado en alguno de sus establecimientos,y sobre todo a las cantidades que maneja en sus operaciones.

    Por mi parte, me hace dudar todavía de la identidad de Rubio y el Chichito, pues si son efectivamente la misma persona, no dude usted, que si en Madrid se había utilizado la asesoría de expertos en la valoración de obras de arte saqueadas, perdón expropiadas, botín al fin y al cabo,

    ¿Quién mejor que «el Chichito» en Barcelona para valorarlas y controlar los circuitos donde mejor y más discretamente rentabilizar, oro, divisas y mercancías de valor?, recuerde su conocimiento de idiomas, sus viajes, sus conexiones con el hampa por toda la geografía española incluso en el extranjero, en cuanto a su «glamour», no lo pierde ni hospedado en la Modelo en el 34, como comentaron Carrillo y Rawicz.

    Este último es quién vincula a ERF con la embajada de Tailandia(sic) incluso le atribuye la idea y le otorga el papel del falso embajador. Ese es precisamente el testimonio que unía al director de «Mi Revista» durante la guerra con Chichito, y me generó la duda. Y por si ustedes, de quienes admiro la cantidad de información que manejan y su claridad expositiva, me podían ayudar a resolver, les hice la pregunta de si conocían algún documento que le relacionara con Verardini, para confirmar su participación en lo de la embajada. No pretendía más que resolver un, para mí, enigma que me iluminara una pequeña parcela más de tanto episodio oscuro de la Historia.

    Le dejo otros rastros menos dudosos del curriculum de Chichito:

    Eduardo Rubio Fernández (a) “el Chichito” Natural de San Juan de Puerto Rico, de estado soltero , profesión industrial, de treinta y ocho años, hijo de Francisco y de Clemencia, domiciliado últimamente en la calle de Relatores 15, 2º. Procesado por estafa en causa número 334-925 comparecerá en el término de diez días, ante el juzgado instructor del distrito del Hospital de esta Corte, Secretaría del Sr. González del Rivero, con el fin de notificarle el auto de procesamiento, recibirle declaración indagatoria y llevar a efecto su prisión, apercibido que, de no verificarlo, le parará el perjuicio a que hubiere lugar y será declarado rebelde. Madrid 11 de octubre de 1925 (Boletín oficial de la provincia de Madrid, 19 de octubre de 1925)

    ABC 21 de enero de 1923
    Las hazañas del “Chichito”
    Barcelona 20) En el juzgado Sur de esta capital se ha recibido un exorto del de El Salvador de Sevilla preguntando si en los demás Juzgados de Barcelona se tenían antecedentes de un sujeto llamado Eduardo Rubio Fernández (a) “Chichito” que también usa el nombre de Eduardo Antonio Aguilar, Marqués de Aguilar de Inestrillas, cuyo sujeto está preso en Sevilla y estuvo detenido en Barcelona por delitos de estafa y hurto varias veces, logrando fugarse una de ellas de los calabozos del Juzgado pretextando que iba a cambiarse de ropa pues iba de rigurosa etiqueta.

    Sevilla 20.- El sujeto apodado “ Chichito” preso en esta cárcel denunció hoy al director de este establecimiento penal que le habían hurtado 1.625 pesetas que escondía dentro de un petate. Practicóse un registro, encontrándose en poder de uno de los reclusos 400 pesetas. El resto no ha aparecido.

    La Vanguardia, Jueves 20 de agosto de 1925

    Ultimas noticias
    En virtud de una denuncia presentada por el secretario del hotel Continental fue detenido Eduardo Rubio Fernández (a) «Chichito», acusado de haberse negado a pegar 327′-25 pesetas, importe de su hospedaje en dicho establecimiento, en el que estaba hospedado con el nombre de Antonio Fontcuberta. Al ser trasladado a la delegación el «Chichito» intentó fugarse, evitándolo los guardias, que lo condujeron al Juzgado en cuyos calabozos quedó detenido.

    ABC 21 de octubre de 1925.
    El “Chichito” en coche.
    Don Manuel Martín Berganza que tiene establecida una cochera en la calle de Zorrilla 29, denunció ayer que un individuo llamado José de la Riva contrató en su cochera un abono de carruaje por 650 pesetas mensuales, cantidad que no ha abonado durante el pasado mes que le fue facilitado el servicio.
    Posteriormente ha sabido el señor Martín Berganza que el que se hacía llamar José de la Riva no es otro que “el Chichito” individuo conocidísimo por anteriores hazañas, y, en vista de ello, ha decidido presentar la denuncia, por considerarse estafado.

    La Vanguardia, jueves 16 de enero de 1930
    Timo de unos tapices
    El mes pasado se presentó en un establecimiento de alfombras y tapices situado en la Carrera de San Jerónimo, un joven elegantemente vestido que pidió ver unos tapices que pensaba regalar a su esposa. Eligió dos de ellos, valorados en 775 pesetas y los hizo llevar a una casa de la calle de Antonio Acuña, en la que dijo que estaba domiciliado. Un dependiente llevó allí los tapices y mientras esperaba que se los pagara desapareció el presunto comprador con la mercancía. Presentada la oportuna denuncia, la policía ha logrado averiguar que el joven en cuestión es el conocido estafador Eduardo Rubio Fernández (a) “el Chichito», que ha cumplido ya varias condenas y el cual en la actualidad se halla en la cárcel. Al ser interrogado sobre este asunto se confesó autor del robo y añadió que los tapices los había vendido en 400 pesetas.

    Rubio Fernández (Eduardo), alias «El Chichito», cuyas demás circunstancias se ignoran, domiciliado últimamente en la calle del Príncipe, número 14, procesado por estala en causa número 370 de 1932, comparecerá en término de diez días ante el Juzgado de instrucción del distrito del Congreso, Secretaría de don Luis Moliner, con objeto de notificarle el autos de procesamiento y prisión y recibirle indagatoria, bajo apercibimiento de ser declarado rebelde. Madrid, 10 de mayo de 1932.—El Secretario, Luis Moliner.—Ildefonso Bellón. (Núm. 1.428) (Boletín oficial de la provincia de Madrid, martes, 7 junio de 1932)

    Figuras de la Estafa
    Armando Prada y “el Chichito” en poder de la Policía
    Cádiz 14 (3.m) la Policía ha detenido al famoso estafador internacional Eduardo Rubio, alias “el Chichito” natural de San Juan de Puerto Rico que estaba reclamado por varios Juzgados.
    L a Policía recibió órdenes de buscar a este individuo, y logró interceptar un telegrama que el conocido estafador Armando Prada le dirigía desde Gijón pidiendo que le girara 50.000 dólares.
    La Policía detuvo a “el Chichito” el hotel y lo condujo a la cárcel.
    El detenido presentó su tarjeta como director de la Editorial República. Otras veces se había hecho pasar por familiar del entonces Rey Alfonso, grande de España y gobernador civil.
    Es autor en unión de Prada de importantes estafas en francos cometidas en Cartagena, Barcelona y Madrid y del importante robo de alhajas en Santander que ha motivado la actual reclamación.
    Chichito ha quedado a disposición del Juzgado del Congreso de Madrid y del de Santander. Prada ha sido detenido en Gijón. (Febus)
    EL Sol, Madrid, Domingo 15 Mayo 1932

  76. Navegante, sobre «Chichito» hay decenas y decenas de referencias en la Hemeroteca Digital de la BNE. Quizá puedan serle de ayuda.

  77. Rufián melancólico

    Bremaneur es usted muy selectivo con los hechos dignos de recordar del PCE. Para mi hay uno fundamental. Durante muchos años fueron casi en exclusiva los que protagonizaron la resistencia al Franquismo. No digo que no hubiera otros, como CNT, FLP… pero nadie , ningún Partido, llegó a tener una organización clandestina tan sólidamente asentada, y tan eficaz, en los dos núcleos fundamentales de resistencia: las universidades y las fábricas.
    A partir de 1967 entran ya otros actores.

  78. Rufián melancólico

    Navegante, otra posible conexión al Chichito puede ser Alfonso López de Letona. Desde luego tienen muchas cosas en común. De la falsa embajada de Siam y Letona tengo prácticamente todo lo que hay en causa General. Esta noche lo revisaré.
    Y otro paralelismo, Felipe Sandoval fue enviado a Francia para trapichear con las obras de arte incautadas por dos razones: su buen conocimiento del hampa parisina y su dominio del francés. Muy en la línea de lo que usted apuntaba.

  79. Rufián, mi selección es hija de la ignorancia.

    ***

    Otro testimonio acerca de anarquistas ascetas:

    «Durante muchas horas, la radios habían sido nuestra obsesión. En el Bar del Piñó, de la Plaza Mayor de Prades, unos grupos, expectantes y recelosos, escuchaban en silencio -lo mismo ocurría en toda Cataluña-, midiendo con aire torvo el sentido de las palabras. Mis nervios no me permitían estar allí, sino en el teléfono, y, ante su mutismo, templábalos paseando y discutiendo con Emilio, un faísta pintoresco y sanote que guardaba rebaños en verano y rodaba con su bicicleta durante el invierno por lugares de clima apacible. Hombre de buenos instintos, casto, limpísimo y vegetariano, tenía la obsesión «cultural» propia del anarquista convencido. Murió en el Ebro, desengañado y amargado. Comprendo que en muchas zonas de España no se comprenda esta amistad, pero Cataluña carece no sólo de la aristocracia rural, sino que incluso se puede decir que no existen clases en los pueblos. Unos viven mejor que otros, pero todos somos lo mismo».

    J. M. Fontana. Los catalanes en la guerra de España.

  80. Astrónomo

    Navegante, tras haber leído dos docenas de notas de prensa sobre Eduardo Rubio Fernández, a. “el Chichito”, me inclino a pensar que tiene usted razón al relacionarlo con el caso del príncipe Battenberg. Además esta estafa exigía el conocimiento del inglés, y siendo portorriqueño “el Chichito”, no sería extraño que lo hablara.

    Una referencia de prensa particularmente interesante lo sitúa en Santander a principios de 1936 como cómplice de Emilio Gómez Díaz; que, recordemos, había sido 30 años antes el falso príncipe (ABC, 26 febrero 1936, p. 38; es citado, por error, como “el Chiquito”).

    Cronológicamente esto cuadra con un comentario de “Ero”, según el cual “el Chichito” salió de la Modelo madrileña “en el guirigay subversivo del estío de 1936” (La Vanguardia, 13 enero 1983, p. 6). En otoño de ese mismo año ya había lanzado “Mi Revista”.

    En cuanto a la valoración de las obras de arte incautadas, tras la guerra salió a la luz la identidad de expertos en arte reconocidos, como Macarrón. A mi ver, y a falta de nuevos datos, carece de fundamento atribuir a Eduardo Rubio esta cualificación. Además por entonces estaba muy ocupado en Barcelona dirigiendo “Mi Revista”.

    Con esto doy por acabada, de momento, la cosecha de datos sobre el estafador. A no ser que usted o el Rufián aporten novedades. Ahora me interesa el periodista.

  81. Rufián melancólico

    Dice Walter Benjamin en sus «Tesis sobre filosofía de la historia» que la memoria es una forma de conocimiento que opera a contrapelo de la historia y que mientras esta pertenece al poder la memoria es de los excluidos, de los postergados, de los marginados…
    La CNT, a diferencia de los marxistas que veían en los presos comunes, lumpenproletariado en su jerga, a un aliado de la reacción y por lo tanto un elemento a despreciar, siempre defendió la redención de los llamados presos sociales por la Idea, y esto fue una de sus señas de identidad hasta días muy recientes. Alguno se acordará todavía de la COPEL.
    El que muchos de los presos sociales, comunes, se incorporaran a la CNT durante la guerra tiene mucho que ver con esto, sólo la CNT los había defendido, y por desgracia la CNT pagó y sigue pagando un alto precio por su coherencia en este asunto.

  82. navegante

    Señor astrónomo, no afirmé que fuese un experto en obras de arte, sino en joyas, bonos divisas y otros bienes suntuosos, aunque yo no excluiría el arte pues este»siempre fingido periodista»,- según una crónica de tribunales de los años 20- , creo recordar, que también escribió artículos de crítica de exposiciones (tendría que comprobarlo).

    tenía larga trayectoria en el trato y negociación de este tipo de bienes. Además en la debacle económica de tantos exilados ¿de dónde cree, que habrían salido los caudales para publicar,no una, sino dos revistas lujosas en París y en lengua española? empresa, a todas luces, con pocas posibilidades de rentabilizar, a menos que, como al parecer siempre había hecho, le sirvieran, como otra tapadera o incluso señuelo para proseguir su habilidad como «cambrioleur». Un personaje con tantas máscaras y tan aficionado al disfraz elegante y al fingimiento, no le veo sufriendo como esforzado miliciano, ni vistiendo hábitos proletarios. Aunque estoy seguro que si hubiera tenido que disfrazarse de miliciano, capaz hubiera sido de hacerse pasar por cualquiera de los dirigentes con una columna que llevara su nombre, como Mera o Durruti. Pues bueno era él.

    Gracias a Bremaneur que me puso en la pista de la hemeroteca de la BNE. Allí he podido comprobar que usaba más disfraces que Mortadelo, vea sino, marqués,industrial, militar, senador, conde,loco – este le sirvió para eludir juicios y condenas- y eso en unas pocas noticias que he visto en la breve incursión que he podido hacer en la prensa de la época.

    Pero les aseguro que su habilidad y la extensión de su carrera delicuencial, para vivir lujosamente del engaño, me sorprende a medida que voy descubriendo nuevos detalles.

    Estoy seguro que si viviera el genial Quico Rivas, estaría encantado de investigarlo, como hizo con Gálvez.

    ¿Alguien de ustedes tiene a mano el Diccionario de Bonet para mirar si le dedica alguna entrada?

    Gracias de nuevo, por su atención.

  83. Rufián melancólico

    Navegante, acabo de consultar el diccionario de Juan Manuel Bonet y no aparece Eduardo Rubio Fernández y sí, Quico Rivas hubiera disfrutado de lo lindo con las andanzas de este insigne representante de la cofradía de la pirueta, o del sable, aunque por lo que se ve lo del Chichito más que de sable era de cañón.

  84. navegante

    Definitivo, y de momento, hasta nuevas noticias, les comunico que en la revista Crónica del 28 de enero de 1934, hay una entrevista impagable, con foto! del personaje, en su vigésima visita carcelaria . Habla de nuevas aventuras, corresponsal de guerra y disfraces, presume de cómo improvisando sobre la marcha, sin casi premeditación,suplantó al gobernador Civil de Sevilla y al preguntarle el entrevistador, Rafael Martínez Gandía:»-¿qué tal se portó como gobernador interino?

    -Muy bien, tengo recortes de periódico que elogian mi actuación. Hice una gran labor política y social y legalicé el juego en toda la provincia.

    -Magnífico

    -Lo malo es que a los veintiséis días se descubrió todo…(y sigue así, dos páginas enteras).

    Bremaneur le recomiendo que la consulte. No tiene desperdicio y se confiesa autor de libros «Muecas de la cárcel» y «Después del desastre» y afirma estar preparando la segunda parte de «Muecas de la cárcel»,-este parece pertenecer al género de informes sobre «la pègre» que a usted le interesan.

    este es el enlace:

    buenas noches

  85. Astrónomo

    Navegante, excelente referencia, muchas gracias.
    En “El Duende”, 14 dcbre. 1913, «el Chichito» concede una muy curiosa entrevista desde la cárcel, incluyendo foto y caricatura.
    El personaje es de abrigo.

  86. navegante

    Puede que los libros y los periódicos que cita ni siquiera existan. Y no sean más que otra máscara con la que embauca al entrevistador. Pero sus trapisondas me indican que puede haber un hilo del que tirar. En el mismo número de Mi Revista,del 1938 que él dirige, donde se elogia y anima al camarada Erolas,por la desarticulación de la quinta columna, se adhiere a su jefe(*) García Oliver en su artículo-editorial, y le dedica un reportaje-entrevista en su función de Ministro de Justicia que tampoco tiene desperdicio, ´G.O. se atribuye la detención de las sacas de presos. En la versión de 1938
    también es una publicación radical políticamente y vende lujo y distinción, vean lo que se ofrece en las páginas de publicidad.
    Si Rubio se pasó media vida organizando gangs y señalando objetivos con la gente del «milieu», qué no pudo organizar para los socios de la confederación.
    Y que opinan de su «red social» de contactos, desde el hampa internacional a los clientes de los grandes hoteles, debió ser de las mejores de su época.

    A quién este interesado en buscar por ese hilo el destino de muchos de los botines recaudados, creo que algún indicio podía aparecer. Aunque me temo que a ninguna de las partes interesadas les conviniera dejar rastro por escrito.

  87. navegante

    (*)La revista se crea como órgano de propaganda del SIA, es decir, subordinado directamente al servicio de la confederación.

    «Mi Revista» glamour, lujo y barricada. Para que aprendan estética los antisistema y vean que no todo es perroflautismo en el vestir. Aprecien la elegancia del señor ministro de justicia y campeón de la pistola obrera.

    Bremaneur sería usted muy desatento con ese talento, Chichito, si no lo subiera a una de sus galerías. ¿alguien sabe que fue de él? ¿dónde y como murió?

    Altadell apenas un aficionado patoso y sádico, con gustos de nuevo rico, comparado con Rubio, elegante,gran financiero, ayudó a varias quiebras bancarias,un broker demimondaine,seguramente no tuvo nunca que empuñar la pistola,¿para qué?iba a hacerlo si no era para ajustarla a un disfraz de reluciente uniforme a la hora del cóctail.
    Y supo habilmente mantener su tren de vida fuera de la cárcel desde 1936 hasta, París años cuarenta, y hasta…(?)

    Y desde luego disfrutando del porcentaje de beneficio que debió invertir en el extranjero y a buen recaudo, probablemente desde los primeros allanamientos. Piensen en la fecha de creación de la publicación.

    Siempre parásito de los poderosos y dándose la gran vida,desde la nobleza del ancien règime, a todo el estamento funcionarial y eclesiástico incluyendo a los pistoleros del ideal y a los del «milieu» fuera y dentro de la cárcel. Todos se podían contar entre entre su «clientela»

    ¿Creen que iba a dejar su utilizar ese talento del que ha dado tantas pruebas, redimido por la ideología y dedicado solamente a trabajar honradamente, aunque fuera en «Su» Revista?

  88. Astrónomo, Navegante, siento no haber estado ayer para poner las imágenes correspondientes. Les adjunto una fotografía de Chichito. Junto a él, «Mongol». Me suena haber leído este nombre en algún relato de la guerra. ¿Es posible?

  89. Sexto Empírico

    Navegante y demás amigos:

    Nos ha traído a estas páginas un sujeto “El Chichito” que por todos los datos que usted ha aportado era un vulgar delincuente y estafador, con victimas de todo tipo y cuya carrera delictiva se extendió durante tres o cuatro décadas. A tenor de las noticias que usted va proporcionando, además de sus indudables capacidades para el hampa, no cabe ninguna duda de que era un mentiroso compulsivo, un vividor, todo lo cuál, junto con dos ó tres características más, permite enclavarlo en lo que los tratados de psiquiatría denominan sociopata: utilización de personalidades múltiples, megalomanía, insensibilidad social, etc. Ha desvalijado, robado y mentido a aristócratas, tenderos, hoteles, dueños de garajes, policía y al propio estado (se hizo pasar por Gobernador civil). Todo lo cual me lleva a una conclusión: El Chichito no es el tipo de personaje del que estábamos tratando en esta serie de la BF. No digo que para algunos no tenga interés, pero en absoluto para el tema en cuestión.

    1) Sobre sus conexiones con la CNT y SIA. Hasta 1937 no se creó el SIA en España, más en concreto hasta abril-mayo de 1937. Es algo fácil de comprobar en la documentación de Salamanca y en ese momento El Chichito aparece en la lista de periodistas del Sindicato de Periodistas de CNT de Barcelona. Es decir que hasta 1937, cuando según los datos aportados por Navegante El Chichito tiene 50 años, no se le conoce vinculación con la CNT. Ni como periodista ni cómo nada. No hay ningún periódico o revista (y había centenares) en el que aparezca la firma de El Chichito.
    2) En 1937 crea su propia revista “Mi Revista”, lo que permite acceder a un carnet de periodista, pero esto no quiere decir que antes hubiese ejercido ocupación (que no profesión) alguna, distinta de la delincuente. Y como cobertura para su actuación la pone al servicio del SIA e incluye algunas entrevistas, que vaya usted a saber si son reales o ficticias y si las declaraciones, caso de haberse producido la entrevista, son las de los personajes o inventadas.
    3) Pasada la guerra reaparece en París, me no tiene la menor relación con la CNT o los medios libertarios, no se le conoce vinculación por ejemplo con la Federación Local de París.
    4) Menciona Navegante a sus “socios” de la CNT ¿Cuáles son esos socios? Porque hasta ahora no ha aparecido ni un solo nombre. Pero si hay una lista de nombres de prestigio como Cassou, Camus, Valery, Eluard, Aragon, entre los franceses o Ventura Gassol y Benlliure entre los españoles. ¿Dónde están los de la CNT o FAI? El único nombre vinculada a la CNT es Felipe Alaiz y cualquiera que conozca la biografía de Alaiz se echaría a reír a carcajadas si se le vincula con el hampa. Pero me surge una pregunta ¿son los intelectuales anteriores los socios o las victimas de El Chichito? Creo que la respuesta no ofrece dudas. Pero además, entre tales intelectuales los tenemos vinculados al PCF y a ERC, ¿también estos partidos son socios de El Chichito?
    5) Se deja caer de paso el nombre de Verardini, por si hubiese alguna vinculación ¿ y por que habría de haberla? Está más que demostrado que Verardini estuvo en la guerra combatiendo, fue herido, se exilió el último día, estuvo en la Resistencia y en el ejército francés durante la segunda guerra mundial, continuó trabajando en Francia hasta el final de sus días, entre otros lugares en el Instituto Marie Curie, contribuyó a la resistencia Franco en el interior de España, contribuyó a la preparación de atentados contra Franco y se le quiere hacer “socio de El Chichito. ¿Vamos hombre!
    6) En 1946-1947 El Chichito estuvo “trabajando” en la UNESCO en París, ¿también eran socios?

    La conclusión es una y solo una: El Chichito era un estafador, un maleante, que durante la guerra vio una oportunidad para su propia seguridad en vincularse con una organización que aparecía (SIA) y, como tantas veces antes, logró engañar a los incautos. No busquemos más ramificaciones ni pies al gato, donde no las hay. Y repito, por todas las características, este sujeto no se puede asimilar a los restante de los que venimos comentando.

    Y que decir de la foto. ¡Con su pipa y su pajarita!

  90. Rufián melancólico

    DISGRESIÓN
    Y siempre a vueltas con lo mismo, entre Quijotes, Celestinas y Alfaraches. ¿Como podía ser de otro modo si es en con estos tipos donde nuestra lengua dio su medida y su grandeza? Sólo nos faltan los místicos, nuestro San Juan y nuestra Teresa de Ávila, pero claro esto ya nos queda un poco a trasmano en esta BF. Aunque no lo sé, porque toda esa carga mesiánica que tienen tantos y tantos revolucionarios de nuestra atormentada España no deja de ser un rescoldo de aquella fe, de aquel delirio.

  91. Astrónomo

    Sexto, gracias por poner las cosas en su sitio. «Sociópata» es la palabra exacta.

    Para acabar, dije que las publicaciones parisienses de posguerra de E. Rubio, a. «el Chichito», tenían una dimensión política; especialmente «El Heraldo de España». Resumiendo, además de ser antifranquistas atacaban a Negrín y defendían a Prieto.

  92. Navegante, excelente referencia, muchas gracias.
    En “El Duende”, 14 dcbre. 1913, “el Chichito” concede una muy curiosa entrevista desde la cárcel, incluyendo foto y caricatura.
    El personaje es de abrigo.
    ***
    Aquí está.

  93. navegante

    Saludos Sexto
    Permítame que le matice algunas de sus objeciones:
    El personaje vino a estas páginas desprendido de una cita, que pensé que quizá no recordaran, de Rawicz, cuando, estaban comentando entre ustedes, sus hallazgos y opiniones sobre Verardini, y aparecía citada la embajada de Siam. Entonces me vino a la memoria, que ese episodio aparecía confusamente en las memorias de un inconformista (subtítulo del libro de Rawicz). Consideré que el pobre portadista polaco estaba equivocado, me resultaba inverosímil. Solicité ayuda, pues en mi navegación virtual, desde que recalé, no hace mucho, en este acogedor puerto, (Infinitas gracias, Brema) encontré que había un grupo de bibliófilos con algunas coincidencias en nuestro vocacional peregrinar por rastros y librerías de ocasión, y muchísimo mejor documentados y hábiles con el software que éste diletante aficionado.
    Mi pregunta era compleja ¿pudo estar equivocado y confundir dos personas con nombre parecido?
    Gracias a sus orientaciones, información y documentos, la duda se fue disipando para surgir otras nuevas. ¿tuvo Rubio el papel de cerebro y protagonista del affaire Siam?.
    Nadie ha pretendido ocultar ni enmascarado la actividad de delincuente y estafador del personaje. Pero ni él ni a muchos de los “clientes” o pacientes de su profesión, o “modus vivendi” les cuadra el calificativo de “vulgar”
    A medida que fueron apareciendo nuevas y abundantes informaciones, surgen nuevas preguntas y opiniones sobre el hampa y la CNT, pero sin que se aclare la participación en la embajada.
    Documentalmente el personaje se eclipsa discretamente. Después de 1934, Aquél sociópata glamouroso ya no presume en los papeles de sus lucrativas travesuras. Se le supone….”excarcelado en julio, del 36” y ya aparece en Barcelona a primeros del 37, sin el álias, dirigiendo la revista, que la CNT indexa en un apartado que lleva en el titular “ revistas de propaganda de SIA: Nueva Iberia, Amanecer, Mi Revista, Ilustración de Actualidades. No. de 1-12-1938”
    Discrepo de su interpretación de que:
    (sea su propia revista “Mi Revista” , lo que permite acceder a un carnet de periodista.)
    – y también de que:
    ( Y como cobertura para su actuación la pone al servicio del SIA e incluye algunas entrevistas, que vaya usted a saber si son reales o ficticias y si las declaraciones, caso de haberse producido la entrevista, son las de los personajes o inventadas.)
    Pues no creo que dirigentes tan “vanidosos y encantados de haberse conocido a sí mismos” como el ministro de justicia jacobino. Se dejaran manipular impunemente su imagen y opiniones en la revista de un buscavidas, archiconocido. O que los compañeros de Erolas, dejaran pasar un reportaje inventado con fotos trucadas. Como usted sugiere retorciendo un tanto la argumentación, para invalidar cualquier relación que pudiera contaminar a los heroicos compañeros de armas.

    Pero antes estuvo en Madrid y Rawicz le sitúa claramente en la embajada.
    Esta es una clave de debió existir algún tipo de asociación. ¿Porque desde un órgano como el SIA se crea, o se acepta vincularse con, la revista dirigida por un aventurero timador, “de pipa y pajarita” que a usted parece sorprenderle?

    No cree que debió compartir con el ministro algo más que la afición a la ropa elegante. Yo como usted, no me creo que fuera un confederal converso. Pero ¿cree que necesitaba fundar una revista?, que, esta vez sí, se llegó publicar y se vendió y han sobrevivido ejemplares. Para eso no necesitaba el carnet de prensa, ni creo que en ningún momento después de julio del 36, tuviera que vivir escondiéndose más de lo habitual, que nunca se escondía más que en la discreción de los hoteles caros. Además ¿cuántos años llevaba arrastrando carnets de editor, industrial y vaya vd. a saber de cuantas cosas más?
    Piense que una sociedad se crea para beneficio de las partes, ¿Cuál es el mejor talento que el personaje puede aportar a la organización?, ¿porqué, si no, no sólo se le tolera, su nivel de vida, su apariencia, sino que se le da la dirección de un “despachito” en un organismo estatal o para-estatal? Y todo con la documentación, esta vez sí, oficial y en regla.
    Elocuentes las imágenes que ha dejado Brema. Luce ataviado entre la tropa de los comités, quiero imaginar, que haciendo favores y repartiendo algún tipo de propina entre “el servicio”.
    ¿Qué necesidades puede cubrirle a una organización formada por parte de santos y sanos compañeros mártires del ideal y mitad canalla oportunista, un hábil y probado rastreador de tesoros, con experiencia en el liderazgo de grupos operativos, en la extracción de bienes suntuarios y más habilidad para el disfraz que mortadelo en carnavales.?
    Por favor. No me cabe duda que parasitó a la CNT, a sus burócratas con manejo y acceso a presupuestos, y que si había depósitos de bienes, no andaría muy lejos el sociópata dandy, pero entonces ¿porqué no se deshacen de él? Seguro que infringió las leyes nuevas como las de gobiernos anteriores. Pero siguió escribiendo y publicando en sus revistas hasta el 47 sin ser molestado por nadie. ¿Qué cree que aportó a cambio?
    Siento que le molestara tanto que nombrara a Verardini, pero como ustedes lo habían estudiado con mucha más atención que yo, la asociación fue fácil. Si éste heroico miliciano, tuvo algo que ver en lo de la embajada y a Rubio le sitúa Rawicz en ese episodio ¿Por qué le extraña que les preguntara si, alguno de ustedes buscando las informaciones sobre Verardini se había encontrado con el falso marqués, falso periodista y falso de todo, menos peligro para la cartera?
    Le aseguro que no había ninguna torticera intención la asociación de personajes, situación y leer la muletilla del “conocido estafador” aplicada a ambos, hizo fácil la asociación.
    Sin embargo su rotundidad expresiva negando, incluso datos que ya habían sido confirmados a lo largo de la conversación,- pues sí que existe el libro que publicó de la guerra de Marruecos en Melilla, y que citó Bremaneur en un comentario anterior-, me parece demasiado drástica, sobre todo en las zonas de sombras por las que transita a veces este blog.
    Las traduciones y la autorización a publicar textos de Cassou, Camus,Valery, et allii, estoy convencido que las pirateaba e incluso se las sacaría a los autores “por la cara” en dos ratos en un café en Boul St. Mitch. Otro enigma pero este parece fácil de resolver. He tenido noticias de cutre-editores de revistas de empresa, folletos de feria etc. Esta faceta más o menos picaresca de la edición fue uno de los pilares de las artes gráficas hace unas décadas.
    Y acabo ya con estos hilos, si quiere alguien tirar de alguno de ellos, le agradecería que nos tenga informados, si hay alguna novedad que ilumine alguna zona de las que permanecen en sombra. Usted no le verá relación con el resto de fantasmas que habitan en este blog, pero a mí en cambio me parece que hay bastantes afinidades, y no sólo la calidad en el vestir y el viajar por Madrid en coche son otras afinidades con Sandoval, otro “sociópata”.

    “ Si es que no tenemos remedio”
    Tiene mucha razón, Rufián.

    Saludos a todos

  94. HISTORIA DE LOS HETERODOXOS ESPAÑOLES

    Querido Sexto:

    Un sujeto que, como dice usted, extendió su carrera delictiva durante tres o cuatro décadas y fue capaz de crear una revista durante la guerra que hoy en día puede consultarse públicamente desde la web de la Biblioteca Nacional, no sólo merece un comentario sino toda una serie en la Biblioteca Fantasma. Para ello, no es necesario ni halagarlo ni despreciarlo, sino simplemente mostrar de lo que fue capaz de hacer. No entiendo estas actitudes a la defensiva que nos llevan a callar hechos tan susceptibles de ser comentados como cualquier heroicidad o cobardía que tuviera lugar durante la guerra.

    Hablaba el Rufián de pícaros y alfaraches, y se preguntaba por el lugar que pudieran ocupar los místicos en este fragmento de historia hispana en el que estamos echando el ojo. Uno de los místicos fue, sin duda, Giménez Caballero. Estaba podrido de literatura: el viaje con Tovar a través del frente de Extremadura para salvar los papeles de Donoso lo prueba con creces, ya que llega a hablar incluso de la aparición fantasmal de Donoso Cortés en la habitación del hostal donde descansaba. Del otro bando no sabría decir, aunque en muchas autobiografías de la época el camino de la ortodoxia apeste a misticismo camuflado.

    En la siguiente entrada hablaremos de un asceta en fase terminal cuando estalla la guerra. Dicen que era anarquista, aunque gustaba mucho de la liturgia militar. Mintió sobre su vida cuando ésta no tenía nada que ocultar. Anduvo de acá para allá, se comportó siempre con honestidad, fue un gran escritor y sus escarceos con la política acabaron el mismo día que murió su adolescencia. Estoy convencido de que de haberle pillado la guerra más joven, no habría ido ni con los unos ni con los otros y se habría embarcado inmediatamente para América.

    Hoy me he quemado los ojos en varios microfilms siguiéndole el rastro. Ha sido en vano, aunque he disfrutado de lo lindo. Espero tener lista la entrada mañana mismo.

  95. Sexto Empírico

    Amigo Navegante,

    Agradecido por las matizaciones y por todo el esfuerzo y buen trabajo realizado en torno a «Chichito». Créame que cuando digo que ha hecho usted un buen trabajo, lo digo sin reservas y, en otro contexto, por ejemplo el clínico, el personaje sería también de interés para mi. En este sentido no vea usted mis palabras como un rechazo o minusvaloración de su esfuerzo, en absoluto. Y estoy de acuerdo en que la aparición de «Chichito» en estas páginas surge por una conexión lógica, al ser mencionado su nombre, y aparece un personaje que antes no conocíamos y del que ahora sabemos muchos cosas gracias a usted.

    Dicho todo esto, insisto en que «Chichito» no tiene categoría para figurar al lado de los restantes que hemos mencionado aquí, incluido Felipe Sandoval, del que se pueden decir las peores cosas, pero no que fuese un estafador al modo de «Chichito».

    No obstante, estoy también de acuerdo en que no hemos cerrado el caso, y que será muy interesante conocer el informe que sobre «Chichito» hay en los archivos de la CNT, pero mientras tanto seamos precisos y no dejemos que la imaginación se desborde. Como tan acertadamente ha escrito Pedro Gálvez «Allí donde los hechos concretos escasean, la elucubración celebra orgías».

    Con mis saludos.

  96. Sexto Empírico

    Bremaneur,

    Creo que no he sido capaz de expresar adecuadamente mi punto de vista, a juzgar por su comentario.

    No tengo ninguna actitud a la defensiva (al menos así lo siento yo), pero sí tengo un gusto por la precisión y, quizás por deformación profesional, prefiero no hacer «elucubraciones», cuando no están apoyadas en datos rotundos.

    Usted me ha visto aquí criticar a Mariano R Vazquez, a García Oliver, a Federica Montseny, a Germinal Esgleas, y a tantos y tantos, a la CNT colectivamente en el caso Barriobero. No, no es actitud defensiva, es preferencia por la precisión.

    No estoy en desacuerdo en que en esta BF se dedique una entrada a personajes como Chichito o incluso al propio Chichito y seguramente será interesante, divertida y entretenida. Seguro que disfrutamos mucho. Y también aprenderemos mucho y muchos. Ahora bien, de ahí a calificarlos de heterodoxos hay un abismo.

  97. Tiene razón, Sexto. Calificarlos de heterodoxos es una exageración. Ocurre que a veces disfruto con las historias de los «viva la Virgen».

  98. El fantasma de Quico Rivas

    Sexto, a usted le pone de los nervios que alguien ponga en duda la limpia ejecutoria de los anarquistas a quienes respeta.

    Lo cual, combinado con la ligereza de juicio del Navegante y con la pedantería del Astrónomo, forma un combinado que pa qué; quiero decir, una mezcla en la que no es fácil entenderse.

    Por lo que aquí se ha contado es cierto que Verardini estuvo pringado en el caso de la embajada de Siam, típico caso de “provocar el delito” para luego reprimirlo, lo que éticamente no es precisamente agua clara.

    También es cierto, Sixto, dando por buenas sus informaciones, que Verardini fue un militante y un soldado de mérito. Lo que no quita para que hiciera más de una golfería. (¿Quién no las ha hecho?)

    Pero yendo a lo que pregunta Navegante: ¿estuvo El chichito mezclado en el caso de la embajada de Siam? No hay más testimonio que el del polaco que cita Navegante, así que se trata de una información no contrastada. A ver qué dice Rufián.

  99. Rufián melancólico

    Debo hacer honor a mi título de Rufián y defender al Chichito. Solo faltaría. Lo de «sociopata» y «vulgar» como lo calificó Sexto también me llegó a mi un poco al alma, porque en el Chichito lo que veo ante todo es a un picaro de gran categoría y a un eximio artista en el teatro de la vida. Hace falta, como diría nuestro llorado Quico, un talento superlativo para «operar» con tanta gracia e ingenio -Galvez a su lado es un aprendiz- y además, aunque lejos de mi entonar una alabanza a la estafa y al robo, los perjudicados por su arte tampoco son, por lo que veo, honrados y humildes proletarios. Por otro lado, y esto no es baladí, me reconocerán que después de leer la entrevista de Crónica es imposible no parar de reír y quererle un poco, yo todavía lo hago cuando recuerdo ciertas cosas, y después de tanta sangre y tanta mierda como ha corrido bajo estos puentes, poderse reír a gusto un rato con sus «faenitas» es algo impagable. Y por si fuera poco es, además de anarquista ocasional, un hombre de letras, ¡y que letras amigos! Paul Valéry, Jean Cassou, Paul Eluard, Louis Aragon, Albert Camus, Ángel Samblancat, Felipe Alaiz, Mariano Benlliure, Alfonso Camín… ¿Que más podemos pedir en esta BF ? Yo desde luego apoyo la propuesta de Navegante de poner su retrato encima de la chimenea del salón.
    Por otro lado he revisado de la cruz a la firma todos los documentos relativos a la falsa embajada de Siam, que son muy numerosos, y lo he hecho con miedo a encontrarle implicado en tal asunto, pues aquí, en esta picardía, corrió a raudales sangre inocente y me alegro de comprobar que no hay una sola mención al Chichito, y ojalá que no aparezca por otro lado, pues entonces tiraría su retrato al fuego.
    Revisar de nuevo estos papeles de la embajadita, leerlos sin saltarme una línea, me ha hecho descubrir nuevos datos de Verardini y Letona. Algunos muy jugosos y contundentes sobre su amistad y colaboración. Pero esto lo dejo para otra ocasión porque no quiero transformar ahora mi sonrisa en una mueca de asco.

  100. Fantasma de Quico Rivas

    El Sol, 17-7-1934, pág. 4

    “Detenido por vender estupefacientes.-
    Por agentes de la Sección de Estupefacientes ha sido detenido Antonio Berardini Díez, al que se le ocuparon un frasco con cocaína, un vale para obtener 25 gramos de la misma sustancia y dos facturas de almacenes farmacéuticos acreditativas de haber obtenido ocho gramos de tóxico.”

  101. Fuegos fatuos de Quico Rivas

    El Sol, 23-4-1935, pág. 2, sección Tribunales:

    “Audiencia provincial: Sección primera. (…) Antonio Verardini. Estafa. Letrado Sr. Roca de Togores.”

  102. Y la entrevista de 1934 en Crónica, una de mis revistas favoritas.

    La entrevista anterior, la de la revista El duende, corrió a cargo de Adelardo Fernández Arias, «El duende de la colegiata». Todo un personaje que terminó escribiendo un libro furioso sobre el Madrid bajo el terror rojo.

  103. Miliki

    Lista de otros posibles candidatos para estudio y reivindicación y para la chimenea del salón:

    Luís Roldán
    Francisco Paesa
    Bernard Madoff
    Clemente, Obispo de El Palmar de Troya
    Marc Dreier
    Victor Lustig
    Ferdinand Demara

  104. Jajajaja, muy bueno, Miliki. No obstante, sin conocerlos a todos, juraría que ninguno de ellos montó una revista durante una época tan brutal como la guerra civil. La descripción que de esta revista hace la BNE es la siguiente:

    Subtitulada “ilustración de actualidades”, en su saludo señaló que, “en los momentos en que empieza la nueva reconstrucción de España”, nacía, no como una publicación de empresa, sino de un “grupo de compañeros”, a los que se califica de “francamente revolucionarios”. Estuvo dirigida por el periodista de la CNT Eduardo Rubio Fernández y su redacción estaba integrada por periodistas de este sindicato, de la UGT, comunistas y republicanos, siendo autodefinidaza como una revista de “combate antifascista y no partidaria”. De periodicidad quincenal, apareció los días 1 y 15 de cada mes, y su paginación la fue ampliando, desde las 32 hasta casi el centenar de páginas.

    Adoptó el lema “pensar alto, sentir hondo y hablar claro” y fue sobre todo un magazine con una gran calidad de edición que, junto a crónicas y reportajes de los frentes y la retaguardia, ofrece otras destacadas informaciones sobre la industria cinematográfica y del teatro. También incluye artículos de política, economía, sociedad y cultura y sobre el desarrollo de la contienda, con páginas también dedicadas al mundo financiero, la ciencia, la educación, la mujer o el deporte, pero dándole especial atención a actrices, actores y películas extranjeras, con una sección titulada precisamente “Hollywood”, y asimismo españolas, en otra sección titulada “Pantalla española”.

    Su portada, a veces coloreada y buscando los tonos rojo y negro del anarquismo, fue ocupada generalmente por actrices o por dibujos de milicianas o alusivos a la contienda, siendo distribuida gratuitamente entre los milicianos que se encontraban en los frentes de batalla. También cuenta con otra sección que, bajo el epígrafe “Panorama sindical”, daba espacio para informar de todas las organizaciones obreras “sin distinción”. En ella publicó entrevistas la periodista Magda Donato y fueron publicadas numerosas fotografías, dedicándole una sección propia denominada “Vistas del frente”. Otros colaboradores de la revista fueron Aurelio Fernández, Luis de Alarcón, Gustavo Cochet y Socías Aldape. Dio cabida asimismo a una destacada publicidad comercial.

  105. Rufián melancólico

    Que desnudas van a quedar nuestras paredes. Me veo el retrato del Chichito en el armario y el de Verardini en el retrete.

  106. Rufián melancólico

    Y que ocurrencia tan brillante y desmitificadora unir la bandera rojinegra de la revolución anarquista y la «cocotte».
    Para que luego los facciosos hablen de tiorras y greñas, y arpías…
    No se como no lo percibe Miliki, el Chichito es un genio.

  107. Ángel

    Amigos, ya no se si esto es una bibloteca, un frenopático, o un zoo. Porque vamos, menuda gentuza que nos presentan. Serán de letras como dice Rufián, pero unas letras bien guarras y escabrosas.
    Mi pregunta es: ¿como el chichito con la gran fama de ladrón y estafador que acarreaba tenía tanta manga ancha en CNT?
    Hay algo en todo esto dificil de entender.

  108. Miliki

    Señor Rufián, ¿pero no le parecen geniales, por ejemplo, Victor Lustig que fue capaz de timar a Al capone o vender la Torre Eiffel, o Clemente, forrandose y paseando con sus acólitos por los bares de Sevilla o Paesa que fue capaz de enamorar a la desconsolada viuda de Sukarno y publicar su propia esquela? A mi desde luego que sí y me hacen reir mucho.

  109. Sexto Empírico

    Ángel, excelente pregunta la que usted hace y sería muy interesante conocer la respuesta. Quizás en los papeles de la FAL haya una respuesta.

    Lo que es verdad es que en Mi Revista colaboraron insignes miembros del movimiento libertario, y coincido en esto con Bremaneur, en que la revista es de interés en muchos aspectos y no solo por «mitos» que aparecen en ella (García Oliver, Eroles, «Los nanos-Gansters»). Me han interesado mucho las colaboraciones de Felix martí Ibañez o la de Oliver Brachfeld, por ejemplo. Aquí me descubro ante «El Chichito». Lo salvo de la quema, aunque lo sigo considerando un «sociopata».

  110. Rufián melancólico

    Miliki, a Victor Lusting no lo conozco y Clemente me produce una repulsa visceral e instintiva. Con el Chichito establezco una empatía que no me ocurre con los otros. Creo que tiene que ver con su triple actividad, la de buscavidas y estafador de altos vuelos, la de periodista a medio camino entre el lujo y la revolución, y la de «anarquista» durante la guerra. Alguien de sus recursos podía haber escogido sin duda el bando que le diera la gana. Hay algo en él que me resulta simpático y entrañable, aunque sea un amoral de tomo y lomo. En muchas cosas me recuerda a Quico Rivas, al que por cierto he visto santificado recientemente en las páginas del diario CNT, y hasta existe hoy un grupo de afinidad con su nombre. Le han subido a los altares y con ello han desactivado su carga más ácida y libertaria.
    Pero en cualquier caso y como dice otro amigo: libertad de culto.

  111. Anónimo

    Dos detalles signficativos:en la imagen que incluyó bremaneur:

    – si se fijan bien, además de «pipa y pajarita», cruzándole el pecho, se asoma un fragmento de el correaje de una pistola que abulta por debajo del bolsillo derecho de la americana de Chichito. Los comisarios llevan uno similar pero con la pistola a la izquierda.

    – qué detalle tan enternecedor el fotografiarse, en camaradería, junto a Mongol y al «Comisario de Abastos»,estaba claro que tenía que hacer buenas migas con esta scción del comité.

    ¿han visto, por poner un ejemplo, «Los violentos de Kelly»? ¿no les sugiere algo?, recuerden la escena de las negociaciones en las oficinas de intendencia. Qué gran guión saldría de este personaje.

  112. Astrónomo

    Ayer estuve revisando la colección de «Mi Revista» (1936-1938). Y no cabe duda de que el Chichito fue todo un profesional del periodismo. Por cierto, le gustaba publicar fotos en que él mismo figuraba muy ufano y, en efecto, a veces con correaje bajo la americana, acompañando a esta o aquella figura del momento.

    Navegante, me parece que la financiación de «Mi Revista» procedía de la publicidad. Especialmente en sus primeros números hay unas exhortaciones a anunciarse que rozan el chantaje.

    Para ver las andanzas periodísticas del Chichito (Eduardo Rubio Fdz.) en el París de 1946-1947, hay que poner en Google esto:

    «un seminario en torno a la literatura y cultura del exilio español de 1939»

  113. Pingback: Cenit en la hoguera « La biblioteca fantasma

  114. Blas Luis

    Lamento entrar tan tarde en este foro. En relación al tiempo que usaron los alzados para preparar el levantamiento, resulta muy ilustrativo el libro «Mola ese hombre» de Félix Maíz (el joven navarrro que, sin levantar sospechas, hizo de enlace de Mola con el exterior…) Lo leí hace años, y creo que a Mola el trabajo u ordimbre del golpe, plasmado en su Directorio, le llevó bastante más meses de los que afimm un comentarista.

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