La biblioteca fantasma

Las hermanas Montenegro

Por Pedro Rojas

Conchita Montenegro

Concepción Andrés Picado nació en San Sebastián el 11 de septiembre de 1912, treinta y tres años antes de que dejase de ser obligatorio el saludo fascista en España. Su familia era culta con pasiones artísticas, aunque todo el mundo en la ciudad sabía que Conchita y su hermana Juanita, (tenía además otra hermana, llamada Justa) eran hijas naturales de Severiano Martínez Anido, que sería Ministro de Orden Público de la Dictadura de Primo de Rivera.

Con diez años se traslada a la madrileña calle Leganitos, al piso principal del número 29. Estudia danza y baile junto a sus hermanas, hasta que a los 14 años marcha a París junto a Juanita, donde estudia Danza y Arte Dramático n la Escuela del Teatro de La Ópera. Es en esos días donde decide formar pareja artística con su hermana, las Dresnas de Montenegro (nótese que Dresnas es anagrama de Andrés) con el que debutan en el Teatro Romea de Barcelona y posteriormente en Madrid. “Parece ser que practicaban un baile ecléctico y ‘modernista’ y cautivaban a la audiencia con la resplandeciente belleza de sus cuerpos” dice Jesús García de Dueñas.

A raíz de este éxito se le ofrece su primer papel protagonista en cine (antes ya había participado como secundaria y junto a su hermana Juanita en “Rosa de Madrid” de Eusebio Fernández Ardavín), “Sortilegio” de Agustín de Figueroa (Hijo menor del Conde de Romanones y Marqués de Santo Floro), que se había enamorado de ella. Seguramente es por eso que Figueroa se guardó para él el papel protagonista. El argumento trataba del influjo que ejerce un aventurero en el ánimo de una muchacha ingenua. A pesar de mostrar los interiores de los palacetes de Madrid (entre ellos los del Palacio de Liria y el del Marqués de Cubas), la película no tuvo ningún éxito. Pero sin embargo cuando Jacques de Baroncelli, que también era Marqués y provenía de una ínclita familia provenzal, vio a nuestra heroína, no dudó en llamarla a París para protagonizar “La femme et la pantin”, la primera versión de la novela de Pierre Louis.

Y ahí empieza la verdadera historia. Nuestra mujer se convierte en una gran actriz, lo que hace que Hollywood se fijase en ella. Conchita llegó a Nueva Cork el 3 de junio de 1930 a bordo del “Ille de France” y de allí cogió un tren hacia la costa oeste. Durante un año trabajó a las órdenes de la MGM y después, pasó a ser propiedad de la Fox. Debido a sus conocimientos de idiomas, no se limitó, como muchos de sus compañeros españoles, a versiones hispanas, sino que también intervino en películas dialogadas en francés y en inglés.

La primera película en la que trabajó se llamaba “De frente, marchen” y estaba protagonizada por Búster Keaton, cuyo personaje se llamaba ‘Canuto de la Montera’. Conchita Montenegro sustituía a Sally Eilers en la versión hispana. Su siguiente película se llamaba “Sevilla de mis amores” y estaba protagonizada y dirigida por Ramón Novarro, que ya veía claro que no conseguiría emular a Rodolfo Valentino jamás. En total llegarían a ser siete las versiones hispanas que hizo, destacando una, titulada “¡Asegure a su mujer!” con guión de Jardiel Poncela.

Muchísimo más interesante es su trabajo en películas originales, que es donde brilla su calidad de mito. En filmes como “Never the twain shall meet” de W.S.Dyke ( el director de “Sombras blancas en los Mares del Sur” y de “Tarzán”) se come a su partenaire, el insulso Leslie Howard (en esta película encarna a una bella nativa de una isla del Pacífico). O en “Strangers may kiss” de George Fitzmaurice, se marca una danza llena de sensualidad, que hizo temblar a los espectadores de la época, y seguro que a Robert Montgomery, su co-protagonista, también.

Durante su estancia en Hollywood coge fama de ser una antipática con los compañeros españoles, aunque todos admiran su habilidad para no hacer los trabajos que no le apetecía hacer.

Pero a pesar del prestigio que se está ganando como actriz, el 15 de mayo de 1935 se acaba su contrato con la Fox, que no se lo renueva. Es por ello que parte de nuevo hacia Europa, a los estudios de la Paramount, en París. Allí trabaja en una película de Robert Siodmark, “La vie parisienne” con guión de Emeric Pressburguer. En esta película, rodada integramente en francés, lleva un look similar al de Claudette Colbert y muestra su espalda desnuda al público mientras canta un tango. En esos mismos estudios hace “Caravanne”, superproducción europea dirigida por Erk Charrell (que años antes había dirigido la opereta “El congreso se divierte”), de la que no nos han llegado copias.

Tras el rodaje de esta película (en la que compartió protagonismo con Charles Boyer y Loretta Young) se casó en la alcaldía del XVIIº distrito de París con Raoul Roulien, el día 19 de septiembre de 1935.

Raoul Roulien era un actor y cantante brasileño (que había sido niño prodigio de la canción en el Río de Janeiro de la década de los diez) a quien Conchita había conocido en Hollywood, al protagonizar con él la película “Ganaderos del amor” (John Reinhardt, 1934). De todas formas, se dice que éste era el segundo matrimonio de Conchita, pues antes se había casado con un hijo de Catalina Bárcena, Fernando, que acabó ingresando en un Psiquiátrico.

Y tras la boda se fue a Brasil con su marido, para preparar la ópera prima de éste como director, “Grito da mocidade” que se iba a grabar en dos versiones, en portugués y en castellano. Y fue ahí que la pilló el estallido de la Guerra Civil Española, sin que ello supusiera, aparentemente, ningún trauma para ella.

En esta película, que Roulien también produce, escribe y protagoniza en sus dos versiones (al igual que Conchita), la actriz hace de enfermera. La película apenas merece ser recordada por la escena en la que la Montenegro se canta una samba acompañada de un electrizante baile.

Tras el estreno de la película, Conchita decidió separase de Roulien y volver a Europa, pero no a España, sino a Francia, a continuar su carrera. Así en el año 38 protagonizó “Lumieres de París” de Richard Portier, en la que volvía a encarnar a una bailarina. Y en el 39, “L’or du Cristóbal”, la primera película de Jacques Becker.

En el año 40, sin embargo, se marcha a Italia, donde hace de la bailarina Dalila en “La nasita di Salome” de Jean Choux. También trabaja en “Melodie Eterne” de Carmine Gallone. Es esta película, el nombre de la Montenegro aparece antes del título, que era algo sólo a la altura de las grandes divas, como la Garbo o Marlene. Se dice en las crónicas que en esta película es donde más brilla Conchita, su belleza y su fotogenia. Parece ser que canta el aria de la Reina de la Noche de tal forma que el público que la ve enmudece.

Y después de este filme colabora en una serie de co-producciones con España, que marcan su retorno a su país natal, eso sí, como la gran diva internacional que era. Y en el año 41, “Rojo y negro” de Carlos Arévalo, película maldita que fue prohibida a los pocos días de su estreno (y eso que su director había sido íntimo amigo de Jose Antonio en la falange madrileña). Más suerte tuvo con “Boda en el infierno” de Antonio Román, que recibió todas las bendiciones de la censura franquista (no en vano, Antonio Román era co-guionista de “Raza”) En esta película, Conchita se reencontró con viejos conocidos de la comunidad hispana en Hollywood, como José Nieto o Tony D’Algy.

En esta primera posguerra, Conchita Montenegro era la gran estrella cinematográfica nacional, acompañada de su leyenda internacional, trufada de interpretaciones junto a los grandes y de fotos de Cecil Beaton.

En el año 43 hace “Aventura” de Jerónimo Mihura e “Ídolos”, de Florián Rey, donde Conchita es Clara Bell, la gran estrella del cinematógrafo, que viaja a Sevilla a rodar una película, y allí se enamora de ‘lo español’. Y en 1944 “Lola Montes”, biografía de la famosa bailarina y amante de Luis I de Baviera. Este filme fue una superproducción inusual para el cine español: decorados grandilocuentes de José Caballero, vestidos de Balenciaga…

Y tras esta película, Conchita Montenegro, en el esplendor de su carrera, decide abandonar su oficio. En ese mismo año, se casó con Ricardo Jiménez-Arnau, embajador de España ante la Santa Sede. Desde entonces no ha dado ni una sola entrevista sobre su pasado, y se ha negado a recibir galardones como la Medalla de Oro al Mérito Artístico que el Ministerio de Cultura la quiso conceder en los años noventa. Murió el 22 de abril de 2007.

Conchita Montenegro

Juanita Montenegro


Un Comentario

  1. Bremaneur

    Ante todo, don Pedro, agradecidísimo por el texto. No me resisto a transcribir unas líneas sobre los años que tratamos y que bien podrían describir estos nuestros:<>Luz, sonido y movimiento de esta época<>Mecánicamente, con chasquidos metálicos, se encamina esta época hacia su tumba. Si baila, lo hace al compás de una música semejante a la que produce una grúa al trasladar de un lado a otro una pila de planchas de cinc. El ritmo de su animación es rechinante, dislocado, cubista, con bocinas, fluir de anuncios luminosos en colores, contorsiones, frotamientos de sexo contra sexo, presión de vientre contra vientre, obscena danza macabra. Los ollares de esta época se dilatan ampliamente, como si olieran, entre el Houbigant, el sudor y los eructos agrios en los bares, el olor acre y mortal de la nube color de ajenjo que se difunde rápida.Arthur Holitscher. <>El Baedecker de los locos<>. Madrid: Cénit, 1930.

  2. el rufián melancólico

    Debió ser castigo a mi lujuria, pero ayer noche mientras esperaba esta entrada mi ordenador se declaró en huelga. Me fui al camastro con cara de bobo y maldiciendo mi perra suerte. Una vez en el «sobre» consolé mi frustración con la lectura de la biografía de Neville. Ya les contaré. Ahora marcho a recoger a Juanita y muy pronto estaré de nuevo con ustedes. Enhorabuena a Bremaneur y Pedro Rojas. La entrada ha quedado de cine.

  3. Gongren

    Don Pedro, Brema, enhorabuena. No sólo el texto es formidable, sino que las fotos de Conchita y el fragmento de la película le dejan a uno con la miel en los labios de saber (y ver) un poco más.Por cierto, ¿cómo se puede conseguir <>El rojo y el negro<>? (De <>El Baedeker de los locos<> ya hablaremos, ya.)

  4. Bremaneur

    A toda prisa, Gongren:Sánchez Biosca, Vicente Cine y guerra civil española : del mito a la memoria / Vicente Sánchez-Biosca ; prólogo de José-Carlos Mainer . — Madrid : Alianza, [2006] 355 p. ; 25 cm + 1 DVD Acompañado de: Rojo y negro [DVD] / director: Carlos Arévalo (1942) Índices D.L. M 21485-2006 ISBN 84-206-4745-4

  5. Rufián

    Bien, bien..esto promete. Pedro Rojas estará satisfecho. Por unas horas apagamos las luces de la biblioteca y encendemos el proyector de cinelandia.Por cierto, el pequeño reproche al Neville de Pedro Rojas: Antes del Neville falangista hay un Neville republicano. Fue su carnet de Izquierda Republicana lo que le protegió en el veranito madrileño del 36. De lo más interesante del libro de Carratalá es la información sobre el proceso de depuración a que se vió sometido Neville, una vez que cambió de bando, para ser aceptado en las filas «nacionales». Tuvo que dar muchas explicaciones y no lo pasó tan bien como usted sugiere. Otra pista que desconocía y que cuenta Carratalá es la conexión Chaves Nogales-Neville. Fueron al parecer muy amigos y por lo que Chaves escribió en el exilio de Londres, en el prologo de «A sangre y Fuego», tenían una visión de la República muy similar.

  6. Rufián

    Soberbia la foto de entrada. Veo que no la halagan lo suficiente. por favor no sean remolones, hagan los honores a nuestra invitada, no sean timidos.Es un lugar común, pero no por ello menos cierto. Conchita Montenegro es nuestra Marlen Dietrich, nuestra musa «treintista»

  7. Gongren

    Brema, ¿usted quiere que Y. me eche de casa o qué?Mire que me veo pidiendo asilo político en Berlín…(Por cierto, ya me he hecho con el libro de Barbusse; aunque deberé llevarlo a encuadernar.)

  8. Bremaneur

    Lo siento, pero hoy mi humor es sombrío. El desasosiego que me produce Conchita me la hace ver altiva e inteligente, coactiva y dominante. Si viviéramos con ella temeríamos su frialdad y se abriría el abismo ante nuestros pies cuando la viéramos someterse a otro, angustiada y suplicante, entornados los ojos por el deseo. Trágica y desesperada en el amor, furiosa en el odio. Arbitraria y por lo tanto peligrosa, capaz de de templar la vida con un poco de ternura y de cariño y de provocarnos un dolor intenso con el azote de una mirada de desprecio.

  9. Gongren

    Don Brema, eso lo dice por usted y por mí. Me parece que el rufián se la llevaría de calle.

  10. Pedro Rojas

    El olvido de Juanita no fue producto de una inquina con ella, saben o sospechan que no soy así. El problema es que no sé casi nada de ella. Lo que sé es que todo el mundo decía que era más guapa que Conchita, que no viajó a Hollywood acompañando a su hermana, y que se casó con el director Hugo Donarelli, italiano de origen e introductor de la técnica del doblaje en España. De hecho, suyos son los primeros estudios dedicados al doblaje que hubo en España. También sé que en 1935 protagonizó una película francesa rodada en España, «Maria del Carmen» o «Aux jardins de Murcie» de Marcel Joly. Y poco más, pero sigo investigando…

  11. Gongren

    Gracias, don Pedro. Por cierto, ¿no les parece que durante los años del franquismo se rodaron algunas películas que merece recordar? Hace unos meses pude ver una de Neville ambientada en los carnavales que parecía inspirarse directamente en los cuadros de Solana. (Pero les dejo. Esta noche, si no pasa nada, volveré a echar unos tragos con ustedes. ¿Les gusta el calvados?)

  12. Bremaneur

    Durante la comida he estado echándole un vistazo a la biografía de Neville. No tiene índices y en lo que he leído no he visto nada de las Montenegro.Sí confirmo lo que decía el otro día el Rufián, y es que Neville fue un republicano convencido y que tuvo que pasarlas canutas en la comisión de depuración del régimen. Ya hablaremos de ello, porque tirando de este hilo me gustaría llegar a un punto que me interesa enormemente.

  13. Pedro Rojas

    Absolutamente de acuerdo, Grogen. Y no sólo algunas películas, sino más de las que creemos. Les recomiendo «Vida en sombras» de Llobet-Gracia.

  14. Pedro Rojas

    «Querían que trabajase enseguida.Desgraciadamente, no sabía decir entonces más palabras inglesas que okay, all right y ham and eggs. Edgar Neville, que andaba también por esas tierras, se encargó deiniciarme en la materia. Estudiaba por las noches. Un día llamaron a mi puerta. Abrí, extrañada, sin imaginarme quién pudiera venir a esas horas. “Soy el nuevo profesor”, me dijo un hombre de pelo cano y sonrisa de niño. Apenas lo reconocí. Charles Chaplin acostumbraba a gastar bromas de ese género a todos los nuevos de Hollywood. (…) Miprimera prueba, ¡ahí es nada!, fue con Clark Gable. Me hicieron vestir, si le llamanvestir a una mujer cubrir su cuerpo con hierbas de hawaiana. (…) Aquello me daba mucha vergüenza. Mi rubor aumentó considerablemente cuando llegó el instante del beso; un beso apasionado y verídico. Creí que iba a morir. Y Clark buceó con sus labios inútilmente cerca de mi cara. Me negué a besarle. Precisamente el gesto de abandono y repulsión que adopté gustó extraordinariamente. Lionel Barrymore, experto en la materia, afirmó: “Esta chiquilla dará mucho juego”». Conchita Montenegro en una entrevista a Martín Abizanda publicada en la revista Cámara en mayo de 1932 (extraída de ‘Unaaventura americana: españoles en Hollywood’ de Álvaro Armero(Compañía Literaria, 1995)P.D: Otra vez Neville, que se convierte poco a poco en secundario de lujo.

  15. Rufián

    GLAMOUR, REVOLUCIÓN Y GUERRAEs una pena que la documentación relativa a la filmografía de Juanita Montenegro, tan arduamente buscada por Pedro Rojas, se encuentre ahora por un azar viajero en lugar inaccesible. De todas maneras tal vez a lo largo de la tarde se pueda recuperar alguna cosa.Muy acertada su evocación de Conchita, Bremaneur, no le añadiré ni una coma. Yo conocí primero a Juanita, en el reportaje de Mundo Gráfico. Quedé de inmediato rendido a sus pies. Aquello que escribían Foxá, Borras, y compañía sobre las «tiorras» de los rojos era algo más que discutible. Recuerdo que cuando le hablé emocionado a Don Pedro de mi descubrimiento me reprendió por mi ignorancia y me habló de Conchita, la hermana.Yo que quieren que les diga no le hice mucho caso hasta que la ví en «Rojo y Negro». La impresión fue tremenda. Estaba en la filmoteca y me acompañaba Don Pedro. Era el 18 de julio de 2006, toda una fecha. Al abandonar la filmoteca nos acercamos a husmear por Fomento 9 y aquello fue una caja de azares y sorpresas.Aún rendido ante Conchita Montenegro y su talento, la vida de Juanita, mas oculta en la periferia del escenario me interesa más. Siquiera sea por el misterio que la envuelve. ¿Como salió del avispero de la guerra? ¿Se exilió? ¿Regreso a Madrid? ¿volvió al cine? Quien sabe.

  16. Gongren

    Estimados amigos: creo que la clave de todo está en la inmediata postguerra, en la que se da entre 1938 –cuando una parte del país queda definitivamente «pacificado»– y 1943, antes de que las potencias del Eje comiencen a fallar. Durante esos cinco años de penuria y hambre, se denuncia, se limpian expedientes, se conspira, se huye, se sobrevive.Queda por escribir una historia de esos años de lodo, pero me temo que la verdad sería demasiado insoportable para unos y otros.(Y ahora sí que me voy. Me había dejado el mechero en la barra y… me los encuentro de tertulia.)

  17. Bremaneur

    Aquí, en el caché de Google, he encontrado la < HREF="http://62.15.226.148/fot/c97/2301431.jpg" REL="nofollow">película<> de la que hablaba Pedro Rojas.

  18. Anonymous

    En breves momentos les trascribiré el reportaje de Mundo Grafíco.Bremaneur, no se me escape y deme su opinión ¿Que le parece Juanita? ¿Las encuentra un parecido?

  19. Bremaneur

    También es peligrosa, pero de otro modo. Joder, como que está amartillando una pistola. No me escurro, Rufián. En seguida le doy mi parecer.

  20. Bremaneur

    Se parecen, claro, pero son tan distintas… La belleza aristocrática de Conchita también puede verse en Juanita. Sólo hay que ver con qué elegancia viste de miliciana o de qué manera amartilla la pistola: parece que está abriendo una botella de champán. Pero la diferencia está… a ver si me explico sin parecer ni pedante ni fantasma. Son dos tipos de mujer completamente distintos. Conchita tiene una belleza más fría y oscura, abisal. La de Juanita es más agreste, más salvaje y más cálida. Entiendo que atraiga más y que a muchos les parezca más guapa: Conchita da miedo y parece más inalcanzable; Juanita es más próxima y llama a la jarana, aunque la dureza de algunos rasgos suyos me haga temer por la suerte de los que la amaron.

  21. Rufián

    LA ESTRELLA DE CINE JUANITA MONTENEGRO TRABAJA DE CHOFER EN UNIÓN REPUBLICANACuando la ven pasar los milicianos, tan esbelta, tan airosa, con su pistola al cinto, la dicen piropos. Ella sonrie y sigue su camino, cada día más contenta de estar sirviendo a la República. ¿No la conocen ustedes?… Es Juanita Montenegro, la hermana de Conchita, artista de cine también, que ha dejado momentaneamente su arte para servir a la causa del pueblo.El día que los militares intentaron echarse a la calle en Madrid, Juanita estaba preparandose para rodar «La Malquerida». Lo del rodaje, claro estaba que se había estropeado; pero ella no quiso meterse en casa a esperar comodamente a que todo pasara. No, de ninguna manera; había que hacer algo. Ella se olvidaría de que era una actriz cinematográfica, profesión absolutamente superflua en caso de guerra, y trabajaría en otro oficio más subalterno, pero más práctico. Se vistió con su ropa más sencilla y salió a la calle. en el garaje reluciente y coquetón el coche que Juanita se había comprado hacía dos días. Se agarró al volante y atravesando aquel Madrid que era un bosque de fusiles se presentó en el local de Unión Republicana y les dijo a los jefes:-Aquí tienen ustedes un coche con chofer, para lo que quieran mandar, A sus órdenes.(continuará)Mundo Gráfico30 de septiembre de 1936

  22. Gongren

    Ustedes disculpen, pero me había dejado la latita de tabaco y…Y que me ha dado por pensar en las diferencias que hay entre ambas hermanas. De lo que no cabe duda es de que Conchita es muy consciente de su belleza. Nada más hay que mirarla a los ojos para comprender que está muy segura de quién es y, sobre todo, de cómo es. Sus rasgos poseen una cierta dureza: son demasiado perfectos, demasiado bien proporcionados, casi geométricos. Ambas fotos me recuerdan a las mujeres que retrataba Tamara de Lempicka.Por otra parte, y casi a modo de juego, ambas hermanas me hacen pensar en Marlene Dietrich. Juanita sería la Marlene de <>El ángel azul,<> más carnal, y Conchita, la Marlene de la etapa americana, mucho más fría, distante y, claro, <>fatale.<>(Hay que ver las excusas que tengo que buscarme para meter cucharada en estos asuntos…)

  23. Gongren

    ¿Pedante y fantasma, Brema? Póngase a la cola que en esos menesteres yo estaba primero.(Léase con la coña necesaria, claro.)

  24. Rufián

    Voy a continuar con la trascripción del reportaje de Mundo Gráfico. Despues entraré al trapo de la belleza de las Montenegro y otros asuntos. En cualquier caso y como adelanto les diré que Juanita juega en desventaja. En vez de una foto de estudio, ella posa a «plein air » con la cara lavada y sin siquiera un toque de color en los labios. El uniforme, aún planchado y bien cortado, tampoco es lo más favorecedor para ella. La revolución, que se lo digan al miliciano malencarado que la acompaña en la foto de las escalera, tiene esas servidumbres.Para equilibrar las tornas sería cosa de ver una de las fotos de estudio de Juanita, pero si Pedro Rojas no lo remedia va a ser difícil. No nos desanimemos.

  25. Bremaneur

    No me malinterprete, Rufián. No pretendo decantarme por ninguna de las dos. Ambas son bellas (animales bellos, se suele decir de una forma un tanto salvaje), cada una a su manera. Ambas posan. Una en el estudio y otra en el frente, aunque ese frente sea Madridgrado. Juanita llama a la aventura; Conchita a la lucha descarnada.

  26. Rufián

    LA ESTRELLA DE CINE JUANITA MONTENEGRO TRABAJA DE CHOFER EN UNIÓN REPUBLICANA (2)A los señores de Unión Republicana se les hacía un poco cuesta arriba los primeros días tener de chofer a Juanita. Había que darla órdenes y hasta dejarla a la puerta del Congreso o de un ministerio, espera que te espera. Al fin y al cabo, ellos eran unos caballeros españoles. Pero se acostunbraron pronto. La guerra nos ha acostumbrado a tantas cosas…Y ya lleva Juanita dos meses largos trabajando sin descansar. A las 10 de la mañana ya está en su coche a la puerta del comité del Frente Popular, y ella, arriba, esperando órdenes. Unas veces hay que ir a un Ministerio; otras, al ayuntamiento, a buscar víveres. No escasean tampoco las excursiones a los pueblos más o menos próximos. Todo lo que haga falta hacer lo hace Juanita, que es incansable.Hoy la he acompañado yo en su tarea mañanera. Primero fuimos al hospital de sangre que hay instalado en el Hotel Ritz. En el hall, donde antes conversaban los millonarios, los milicianos convalecientes se entretenían cantando al son de la guitarra que tocaba uno de ellos. De allí nos marchamos a otro sitio, a dar un recado urgente. Pero los coches no siempre están a la altura de las circunstancias, y el de Juanita se puso a dar la lata. Menos mal que ella va preparada para estas y otras contingencias. Con una ligereza maravillosa, se echó al suelo, debajo del coche, y en unos minutos le puso en condiciones de volver a funcionar con normalidad.Los milicianos que nos rodearon en seguida querían todos ayudarla; pero no hizo falta. ella sola se basta y se sobra.-Y dígame, Juanita, en confianza: ¿no se le hace un poco dura esta vida aperreada de chofer, que no se parece en nada a la vida placida de una estrella de cine, que es lo que usted es?-Ni muchísimo menos. En primer lugar, que la vida del artista de cine no es tan plácida como usted se la imagina. Hay que trabajar mucho. Esto, en cambio, es sencillísimo. Basta la buena voluntad y el deseo de sevir a la patria, para que a una le parezca todo de color de rosa. Con franqueza le digo que de lo que yo no me hubiera sentido capaz seria de haberme estado metida en casa días y días, en espera de ver como terminaba esto.Lo que no se puede hacer es estar cruzada de brazos mientras el pueblo pelea. Es preciso hacer algo útil. No creo que la gente que se pasa la vida sin hacer nada provechoso pueda, en estos momentos, dormir tranquila. En cuanto al cine…, ya tendré tiempo de hacerlo después. Ahora hay otras cosas más urgentes.Juanita me deja, porque precisamente dentro de un rato tiene que estar de nuevo en su puesto. Ahora su tarea será dar escolta con el coche a otro de un personaje del Partido, que tiene que hacer unas gestiones.J.C.Mundo Gráfico30 de Septiembre de 1936

  27. Bremaneur

    Lo que no se puede hacer es estar cruzada de brazos mientras el pueblo pelea. Es preciso hacer algo útil. No creo que la gente que se pasa la vida sin hacer nada provechoso pueda, en estos momentos, dormir tranquila.***Sobreponiéndose a la belleza está ese ánimo. Una mujer que da vida, en tiempos de muerte.

  28. Rufián

    Eran jovenes, guapos, educados, cultos, cosmopolitas… leían el Heraldo y tenían a Ortega y su Revista de Occidente como faro. Era su momento. La hora cardinal de una burguesía ilustrada y liberal que, digan lo que digan, Azaña representaba. Su horizonte era un sueño imposible, ser como Francia, una República burguesa y democrática pero… eran España.

  29. Aquitania

    Sr. Brema, el próximo domingo estaré en Madrid y bucearé en el Rastro; si tiene algún encargo que hacerme, estaré encantada.

  30. Bremaneur

    Señorita Aquitania:Esta tarde recibirá llamada del Sr. Brema. Y sabe usted por qué, canalla.

  31. Aquitania

    Pues saberlo…., lo que se dice, saberlo, no lo sé. Podría ser por la incitación «sutil» a que me escriba? Tal vez por el intento de «manipulación» para que visite Granada? Quizás por el ofrecimiento que acabo de hacerle? He de confesarle que lo hago por puro egoismo, que soy yo la que me lo paso genial incitando, manipulando y buscando en el Rastro. El que usted como incitado, manipulado y encargador de búsquedas, también se divierta, queda en segundo lugar.P.D. si me va a llamar, que sea a partir de las 20:00 h., que hasta las 19:30 h. estaré en clase. Por e-mail le doy el nº de tlf. fijo

  32. Rufián

    Bremaneur. Ya se que es abusar de su confianza pero si no le importa apunte este libro para su amiga Aquitania. Nos vendría muy bien para perfilar mejor a las Montenegro:Edgar NevilleProducciones García S.ATaurusMadrid 1956

  33. Gongren

    Estimado Rufián:Da la casualidad de que tengo ese libro. ¿Quiere que busque algún dato en particular?

  34. Rufián

    No sabría decirle Gongren. Nunca lo he visto, aunque se por los amigos que hace un cierto retrato del cine español de los años 30.¿También de Madrid? Me lo han recomendado en incontables ocasiones pero es un libro que ya se ve poco. Echelé usted un ojo y cuentenos. Neville es en esta historia que nos traemos el partenaire de Conchita.

  35. Rufián

    El retrato mas agrio de aquella generación republicana de clase media, el más demoledor, lo pintó el mayor avalista de Neville en su proceso de depuración: Foxá.«Era el símbolo de los mediocres en la hora gloriosa de la revancha. Un mundo gris y rencoroso de pedagogos y funcionarios de correos, de abogadetes y tertulianos mal vestidos, triunfaban con su exaltación. Era el vengador de los cocidos modestos y los pisos de cuarenta duros de los Gutiérrez y González anónimos, cargados de envidia, paseando con sus mujeres gordas por el parque del Oeste, de los boticarios que hablan de la Humanidad, con hache mayúscula, de los cafés lóbregos, de los archivos sin luz, de los opositores sin novia, de los fracasados, de los jefes de negociado veraneantes en Cercedilla, de todo un mundo sin paisaje ni Sport, que olía a brasero, a Heraldo de Madrid y a contrato de inquilinato.Agustín de FoxáMadrid de corte a checa

  36. Bremaneur

    Y tan agrio, Rufián. Leyendo la biografía de Neville he recordado otro de Fernández Flórez, también brutal, referido a lo que llamaban los “isidros”. Leyendo las memorias de esta gente no me cabe duda de que, pese a la agresividad de estos textos, llevan razón. No hace falta ser un señorito para temer a la “masa”. Además, esta gente lo pasó especialmente mal en Madridgrado. Me refiero a los que sobrevivieron. Por otro lado, hay testimonios que atenúan esta sensación, ya sea por mostrarnos a los idealistas, como Koltsov, o por hacernos ver que el ansia de sangre en una guerra no es patrimonio de una única ideología o de un solo bando, como es el caso de Ruiz Vilaplana y su “Doy fe…”

  37. Gongren

    O el panorama que dibuja Orwell en su <>Homenaje a Cataluña,<> en el que cualquier hombrecillo gris se convierte en un feroz comisario…

  38. Rufián

    Entiendanme. Cuando hablamos de aquella joven generación que tenía como referencias a Ortega, la Residencia de Estudiantes, la Revista de Occidente, el Heraldo, El Liberal, Ramón Gomez de la Serna, el doctor Marañón, el Instituto Escuela…hablamos de una elite. No provenían tanto de la aristocracia como de una burguesía de profesiones liberales que rechazaba aquella monarquia corrupta y el poder omnímodo de la iglesia sobre las conciencias. Muchos de ellos eran masones. El 14de abril de 1931 la proclamación de República la celebraron juntos, patronos, obreros, estudiantes y clases medias. Solo faltó a la fiesta la aristocracia. En el Archivo Histórico Nacional se conservan los llamados «fondos viejos» de Gobernación-Serie A. Muchos de los documentos que lo componen, los relativos a Orden Público, son los telegramas que los puestos de línea de la Guerdia Civil, alcaldes, gobernadores, etc enviaban al Ministerio desde todos los rincones de la península. Tanto con con la monarquía como después con la República, la reclamación mayoritaria es emprender cuanto antes proyectos de obras públicas porque el hambre y la miseria de los pueblos de España la están convirtiendo en un polvorín. A veces los llamamientos de la propia Guardia Civil son desesperados, hablan de los muertos por hambre y se quejan de la dureza de los propietarios de las tierras, mayoritariamente aristocratas, que reclaman incesantemente mano dura pero no estan dispuestos a dar trabajo. La respuesta del Ministro de turno suele ser la canónica en España, palo y tientetieso.La responsabilidad del fracaso del proyecto republicano y su deriva guerra civilista esta muy repartida. En contra de Foxá y otros, yo les diría que el rostro de los «Gutiérrez y los González» era infinitamente más digno que el de los aristocratas de ringo rango y los jerarcas eclesiales de aquella España. Una terrible herencia para un país que aspiraba a la modernidad.

  39. Gongren

    Estimado Rufián: estoy completamente de acuerdo con usted. No cabe duda de que la situación en España, fuera de las grandes capitales, era muy distinta de la que dibuja la historia del arte o la literatura –por poner un ejemplo–. Hechos como los de Asturias o Casas Viejas se llevaron a cabo porque obreros, mineros y labradores vivían en una situación desesperada. Hace unos días adquirí <>España desconocida,<> un reportaje fotográfico que realizó Kurt Hielscher en España a principios de los años veinte. Entre las tomas de monumentos y paisajes, había unos cuantos retratos de las gentes del campo. Algunos parecían haber servido de modelo a Velázquez, no sólo por sus gestos, sino por la ropa y los enseres que llevaban encima. Es muy probable que la distancia entre la ciudad y el campo español en aquella época se tuviese que medir en décadas –o incluso siglos– antes que en kilómetros.

  40. Pedro Rojas

    Veo que nos hemos alejado de las Montenegro. Grogren comparaba a Conchita con Marlene y no sabe hasta qué punto ha dado en el clavo. De hecho, ambas hicieron el mismo papel, la Conchita Pérez de la novela de Louys, una en la película de Jacques Baroncelli y la otra en «The devil is a woman» del maestro Von Stenberg. (hay un artícula de Cabrera Infante que habla de estas películas y que es un canto de amor a Conchita que bien merecería estar en estas páginas). Y además, Conchita y Marlene compartieron fotógrafo, el eminente Cecil Beaton. Sobre Juanita, malas noticias. No he encontrado nada, aunque bien es cierto que aun me quedan libros por hojear en la biblioteca de la Filmoteca. Aprovecho la tribuna para recordarle al Rufian que me mande el teléfono del astronomo del Torrent de las Flors.

  41. Rufián

    Buenas tardes Don Pedro. Más que apartarnos del asunto que nos ocupa estabamos merodeando por el paisaje de fondo en el que se recortan las figuras de las Montenegro. Le debo una explicación: no existen referencias en el libro de Carratalá a las Montenegro. No me mire mal, se que le dije que había mucho y bueno, pero esta equivocación se debe a la conversacion telefónica que ese mismo día mantuve con el autor del libro. Hoy he vuelto a hablar con él para desfacer el entuerto y me comenta que equivoqué los titulos, pues el libro donde habla de las Montenegro no ha sido todavía publicado, aunque ya tiene titulo: «El tiempo de la desmesura», un ensayo largo sobre la película Rojo y Negro y su director, Carlos Arévalo. De éste me cuenta que se destacó como quintacolumnista al principio de la guerra y que estuvo preso en una checa, al igual que su padre y su hermano, que fueron «paseados». Carratalá ha trabajado muy cerca de la familia de Arévalo y dice tener, yo le creo, una información muy novedosa y completa.Le he pedido que me adelante algo de las Montenegro pero me dice que espere a la próxima salida del libro. Inmediatamente le envío el correo del astrónomo.

  42. Rufián

    Don Pedro no repita mis errores disléxicos. Le vamos a terminar amargando a Gongren. (no Grongren o similares)

  43. Bremaneur

    Bueno, bueno, Rufián, ese libro promete… Don Pedro, si me da algún dato más del artículo de Cabrera Infante lo busco y lo copio aquí.

  44. Bremaneur

    Yo creo que Gogern está tan entusiasmado con esta sobremesa que le da igual cómo le llamemos.

  45. Rufián

    Tengo una duda que me corroe. Veamos. Tal vez habran oido hablar ustedes de Roberto Martinez, «Baldrich». Era un dibujante, en la línea Penagos, que puso cara a muchas de las cubiertas de la Novela de Hoy. Creo recordar entre ellas algunas de Ramón Gómez de la Serna. Al acabar la guerra vivía en San Sebastián donde dirigía la revista «Mujer». Miguel Pérez Ferrero, el biógrafo de Baroja y los Machado, le agradeció siempre la amistad que le brindó cuando temeroso de aparecer por Madrid en el año 40 se refugió en un piso diminuto de la calle Esterlines de Donostia. Gracias a su viejo amigo Baldrich que además de ayudarle, le encargaba algunas colaboraciones para su revista Ferrero sorteó la amenaza del hámbre. Baldrich, esto es notorio, era al igual que las Montenegro hijo «ilegitimo» de Martinez Anido. ¿ Era entonces Baldrich hermanastro de las Montenegro? ¿Tenían alguna relación? Intentaré despejar estas nieblas.

  46. Rufián

    Lo ignoro, Bremaneur. Tal vez Don Pedro pueda resolvernos el enigma.He releído esta mañana un pasaje del Dora Bruder de Modiano que habla de su experiencia frente a una vieja película en blanco y negro. Ya que estamos en Cinelandia no puedo evitar trascribirla.«En el verano de 1941 se estrenó en Normandía, y en seguida en todos los cines de barrio, una película rodada poco despues de la ocupación. Era una simpática comedia: «Primera Cita». la última vez que la vi me causó una impresión extraña que no se justificaba ni por la ligereza de la trama ni por el tono festivo de que hacían gala los protagonistas. Me decía a mí mismo que seguramente Dora Bruder habría asistido, un domingo, a una proyección de la película, cuyo aegumento narra la fuga de una chica de su edad. Se escapa de un pensionado como el Sagrado Corazón de María y durante su fuga encuentra al que se conoce en los cuentos como el príncipe azul.La película presenta una versión rosa y anodina de lo que le sucedió a Dora en la realidad. ¿Le habría dado la idea para la fuga? Concentraba mi atención en los detalles: el dormitorio, los pasillos del internado, el uniforme de las internas, el café donde espera la heroína cuando se hace de noche… No había nada que se pareciera a la realidad, aparte que la mayoría de las escenas estaban rodadas en estudio. No obstante, sentía cierto malestar. Procedía de la luminosidad del film, del mismo grano de la película. Un velo parecía cubrir las imágenes, acentuaba los contrastes y a veces los difuminaba en una blancura boreal. La luz era al mismo tiempo demasiado clara y demasiado oscura, ahogando las voces o haciendo su timbre más estentóreo e inquietante.Comprendí repentinamente que esa película estaba impregnada por las miradas de los espectadores del tiempo de la ocupación: espectadores de todas clases, muchos de los cuales no habían sobrevivido a la guerra. Habían sido arrastrados a lo desconocido, después de ver la película un sábado por la noche que solo había sido una tregua. La guerra y la amenaza exterior se olvidaban mientras duraba la proyección. Se apretaban unos contra otros en la oscuridad de la sala, siguiendo la ola de imagenes de la pantalla, y entonces ya nada podía pasar. Y todas esas miradas, por una suerte de proceso químico, habían modificado la sustancia misma de la película, la luz, la voz de los actores. Esto es lo que sentí, pensando en dora Bruder, ante las imagenes en apariencia intranscendentes de «primera Cita»Patrick Modiano Dora BruderSeix Barral, 1999

  47. Bremaneur

    Una biblioteca < HREF="http://www.flickr.com/photos/sweetjuniper/sets/72157603302647339/" REL="nofollow">fantasma<>.

  48. Aquitania

    Cuando he leído el potencial encargo de Rufián, rauda y veloz (valga la redundancia) me he aprestado a tomar nota, y con la misma celeridad la he roto cuando he leído el post de Gongren, Schade!——–Ayer escribí: «el que usted también se divierta (…), queda en segundo lugar» y no me gusta cómo suena, quizás hubiera debido escribir: «el que usted también se divierta (…) podría considerarse un beneficio colateral»——Un saludo a los tertulianos, soy una espectadora asídua y entusiasta

  49. Gongren

    Queridos amigos,No se preocupen con lo de mi nombre. Estoy pensando en llamarme «El Redactor Neurasténico» o algo así. Ya veremos. El tema de las hermanas Montenegro me apasiona, pero he de reconocer que me supera. Aprovecharé el fin de semana para leer el libro de Neville, a ver si encuentro algo más.Por otra parte, voy a dar un poco de forma a lo que les he enviado sobre Mac Orlan. A ver si a finales de la semana que viene les envío un articulillo sobre su obra mercenaria.Saludos y buen calvados.

  50. Bremaneur

    Al hilo de lo comentado el otro día por el Rufián, alterno la lectura de este pasaje con la imagen de Juanita Montenegro, bella entre las bellas:«Infrahombres sucios, de ceño asesino; mujeres hienas, vociferadoras y desgreñadas, que llevaban en los ojos la alegría de poder matar; chicuelos alborotadores, orgullosos del revólver que habían conseguido, pero cuyo mayor placer eran las llamas de los incendios; toda la gentuza que sufre de fealdad física o de fealdad espiritual, la que lleva las serpientes de la envidia en el caduceo de su impotencia, de su inservicialidad; la que representa el salto al aborígen salvaje, la que no tiene en el alma más que una fuente de odio con la que quisiera anegar el mundo; una plebe exaltada, feroz, que invadía las calles, pasaba en camiones, escalaba los techos de los tranvías y lucía con petulancia amenazadora sus instrumentos de muerte».Wenceslao Fernández Flórez. Una isla en el mar rojo.

  51. Bremaneur

    La cita la saco de la biografía de Neville. José Vicente Puente, sobre las milicianas: «feas, bajas y patizambas, sin el gran tesoro de una vida interior, sin el refugio de la religión».Evidentemente, no puede aplicarse esta descripción a Juanita, pero tampoco a la chica que la acompaña, morena, de una seriedad un tanto amenazante y de una belleza quizás más esquinada pero no por ello menos atractiva.***Don Pedro, si me da la referencia del artículo de Cabrera Infante podría buscarlo para copiarlo aquí. Gracias.

  52. Bremaneur

    < HREF="http://www.ctv.es/USERS/borobar/pantin.htm" REL="nofollow">Aquí<> he encontrado algo.

  53. Pedro Rojas

    Exactamente, Bremaneur, es ése el artículo. Disculpenme que no pueda atender vuestra coorespondencia con la asisuidad que se merecen. Hoy no he ido a investigar a las hermanas, sino que me he ido a Les Encantes. Me he comporado un libro muy querido y muy leído por el Rufián, «Tres días de julio» de Luis Romero. Lo he abierto al azar y lo primero que he visto ha sido la noticia de la detención de Antonio Espina, un autor que me hizo disfrutar mucho con su biografía de Luis Candelas (que leí con quince años). Y pienso que una vez entras en el juego, es imposible escapar a los lazos que unen vida, literatura e historia. Y me encanta ese juego.

  54. Pedro Rojas

    El libro de Rios Carratalá sobre Carlos Arevalo tiene muy buena pinta. Y el título me parece bonito y certero, «El tiempo de la desmesura».Ultimamente estoy hojeando un libro que hay por mi casa, «Proyector de luna. La generación del 27 y el cine» de Román Gubern, donde se habla mucho de ese Miguel Pérez Ferrero, biógrafo de Baroja y de los Machado. Si le interesa, amigo Rufián, puedo dejárselo cuando pase por aquí.

  55. el rufián melancólico

    Buenas tardes a todos. Veo muy animada la biblioteca. Hasta Aquitania nos honra de nuevo con su presencia. Debí andar más listo el otro día y en vez de soplar un libro, ¡que error!, ofrecerme a tan galante dama para acompañarla al rastro y proteger sus espaldas de tanto pícaro y usurero que allí se cita. Quizas todavía estoy a tiempo.Don Pedro no se olvide usted de la librería de Manolo del Pino en el barrio de Gracia, muy cerca de la plaza del Diamante y la casa del Astrólogo. Tiene muy buen material. Digale que va de mi parte y si se hace el longuis recuérdele cierto negocio donde tristemente hice de gancho para él en la compra de un soberbio material de vanguardia Estridentista Mexicana. Estoy seguro que le tratara como merece.Voy a leer lo de Cabrera Infante y luego vuevo con ustedes.

  56. Bremaneur

    Los Encantes… Qué envidia, don Pedro. Yo tenía cita obligada cada sábado. Allí me aficioné a la compra de libros viejos. Me echaban de muchos puestos con displicencia chabacana porque mis dieciséis años, mis pendientes y mi chupa de cuero no se avenían con los papelotes que vendían aquellos semianalfabetos. Misales de los años cincuenta y best-sellers pisoteados por ellos mismos eran tenidos por incunables. Conseguí allí, no obstante, algunos libros queridos.

  57. Pedro Rojas

    No han cambiado nada Los encantes, don Bremaneur. Siguen los misales, los libros de dietética y algunos libros de Historia Gráfica de Catalunya. Pero poca literatura he visto últimamente. Lo que compro ahora son muñequitos de goma de superhéroes, como aquéllos con los que jugaba cuando era pequeño. Aunque, francamente, esos tenderos que pisan sus propios libros, a veces se suben tanto a la parra con los precios, que regatear a veces roza con el amor propio.

  58. Bremaneur

    Don Pedro no se olvide usted de la librería de Manolo del Pino***¿Qué librería es esa? Hace unos años había varias cerca de la plaza del Diamante. Cada vez van quedando menos.

  59. Bremaneur

    En los Encantes yo compraba películas de súper ocho. Y cámaras y proyectores (el otro día, revolviendo en el desván, conté cuatro; había olvidado que tenía tantos y me asusté de mi obsesión). Allí me hice prácticamente con la obra completa de Álvaro de Laiglesia, que es lo que me gustaba entonces (perdón, perdón).

  60. el rufián melancólico

    Sobresaliente el artículo de Cabrera Infante. Que maravilla ese halago, esa verdad, de «la perversa polimorfa». No podré descansar ya hasta hacerme con la película de Jaques de Beroncelli. Seguro que Don Pedro sabrá como conseguirla y si no, siempre nos quedará la Cinematheque para dar con ella.Gongren estuvo usted preciso en su retrato cubista de Conchita al igual que Bremaneur que dijo aquello de «inteligente, coactiva y dominante..» anticipándose al artículo donde Cabrera Infante la llama Mantis religiosa.Son ustedes unos linces.

  61. Rufián

    Aquí les pongo la dirección:Libreria Manuel del PinoTorrent de l´Olla 164Barcelona

  62. el rufián melancólico

    Hace años encontré una fotografía original del Hotel Gaylords, aquel que Hemingway inmortalizó y donde los rusos instalaron su Estado Mayor en Madrid. Al dorso figuraba un matasellos: Nuño. fotografo.Tardé tiempo en saber quien era Nuño y más tiempo en dar con su hijo, también fotógrafo, que me abrió las puertas de su inmenso archivo.Despues de la guerra, Nuño se convirtió en el fotografo de Falange y su archivo es cita obligada para poner cara a los camisas azules de postguerra. También se especializó en fotografías para uso del Ministerio de Asuntos Exteriores. Recuerdo cientos y cientos de fotos de banquetes y recepciones diplomáticas de los años 40 y 50. Ahora me da por pensar que tal vez, y dado que su marido era el embajador en la Santa Sede en aquellos años, Conchita aparezca fotografiada en alguno de estos saraos. Debería retomar cuanto antes mis contactos con Nuño hijo.

  63. Bremaneur

    Uffff, Rufián. Eso que dice me pone los dientes largos. Un nombre atruena mis oídos: Torrente Ballester…

  64. Rufián

    Me ha hecho usted dudar querido Bremaneur, y he abierto la página de internet de la librería. Aquí figura el número 164. En cualquier caso el barrio y la calle merece ser paseada. Por desgracia no siempre esta abierta la librería. Su dueño, como la mayoría de los libreros que conozco, es bastante arbitrario en este aspecto. En mis viajes a Barcelona siempre suelo incluirla en mis itinerarios.Don Pedro, ya sabe que todo lo que atañe a Ferrero me interesa; desde hace unos meses ando pergeñando su silueta. Le agradezco mucho la pista que me da y en prueba de ello le voy a transcribir en un próximo post una anecdota de Ferrero que tiene su aquel.

  65. Bremaneur

    Tiene razón, Rufián. Ocurre que yo lo vi < HREF="http://www.libreriamanueldelpino.com/situacion.php" REL="nofollow">aquí<>. Tiene los dos números.

  66. el rufián melancólico

    SESIÓN CONTINUANo podía faltar Perez Ferrero. Libros, revistas, cine, periódicos, y como no, mujeres fatales. A ellas las dedicó sus primeros poemas adolescentes en la revista Flirt donde estrenó su pluma. Ferrero se sentiría en su salsa en esta Biblioteca fantasma aunque tengan por seguro que agotaría nuestra provisión de calvados, ron y sobre todo, el wisky.Seguimos en Cinelandia«Y es que desde su fundación, el ABC había prestado mucho interés a la información y a la crítica cinematográfica. En los primeros años del cine, los comentarios a las películas que se estrenaban los hacían los redactores más literatos y más cultos del periódico, y solían firmarlos con sus iniciales. Pero llegó un momento, a finales de 1946, en que el director Ramón Pastor, dándose cuenta de la creciente importancia del septimo arte, pidió a uno de sus más destacados directores, el madrileño Miguel Pérez Ferrero, que se hiciera casgo de las críticas cinematográficas.Miguel Pérez Ferrero se convirtió así en el primer redactor del ABC en ejercer como crítico oficial de cine. Y en pocos años hizo famosos en el mundo del celuloide su voz cavernosa, su cara aniñada, su recortado flequillo de seminarista que le caía sobre la frente, su pitillo, apagado o humeante, que sempiternamente le colgaba desmayado de los labios, pero, sobre todo, su seudónimo waltdisneyano de Donald.Pérez Ferrero había comenzado a hacer críticas de películas a la temprana edad de 24 años, cuando Luis Buñuel decidió, en 1929, irse a Paris para convertirse en director de películas y le propuso que le sustituyera como crítico cinematográfico en la revista La Gaceta Literaria, fundada por el periodista y escritor Ernesto Giménez Caballero. La propuesta de Buñuel hizo que Pérez Ferrero que por aquel entonces, era un enclenque poeta que ocultaba sus sueños de escritor tras unas gafas de concha, abriera sus ojos al cine… y ya nunca los cerro.En 1945, el periodista se incorporó al ABC, donde, al principio, le encargaron redactar la columna de «Madrid al día», cosa que hizo utilizando su primer seudonimo, Sic, hasta que, tras ganar el premio Luca de Tena 1946 por su artículo sin firma «En la muerte de Falla» y haber publicado ya su famosa biogtafía literaria de Baroja, le pidieron que hiciera la crítica cinematográfica.Y nació Donald.No había de pasar mucho tiempo para que el éxito o el fracaso de una película en Madrid dependiera en gran medida de la crítica de Donald. Cuentan que el encargado de la cafetería del cine madrileño Carlos III se dirigió un dia tras el estreno, al director de la sala para preguntarle cuantos emparedados, cuantas bolsas de patatas fritas, de almendras y de avellanas, cuantos bombones helados y que cantidad de botellas de refresco tenia que encargar para el ambigú, y este le contestó: «Espera a ver que dice Donald de la película en el ABC.» Historia del ABCVictor OlmosPlaza Janés. Barcelona, 2002.

  67. Bremaneur

    Rufián, le copio lo que dice de Pérez Ferrero el padre Garmendia de Otaola en su «psicobibliografía» <>Lecturas buenas y malas<>:<>Pérez Ferrero, Miguel<>. — <>Pío Baroja en su rincón<>, libro biográfico, jugoso, noble y verídico.<>Unos y otros<> (Madrid, 1947). Biografías en miniatura, pinceladas más bien, que en instantánea hacen desfilar a Ricardo Baroja, Azorín, Arniches, Marañón, Gabriel Miró y varios más, hasta treinta y tres. En capítulo aparte y con el título de «Como ellos se ven y como yo los veo», dedica a D’Ors, Olasagasti y otros una especie de semblanza, acompañada de un dibujo hecho por los interesados. El tono de la obra es laudatorio, sin que el autor censure a nada ni a nadie, aunque se trate de la novelista francesa Colette, colaboradora en revistas pornográficas. A pesar de reflejar ambientes un tanto bohemios, la obra moralmente es limpia y propia para los aficionados a conocer facetas de la vida de escritores y artistas, siempre que no sean muy exigentes de datos críticos y biográficos. <>Vida de Ramón<>, interesante. Para todos.Lo de este cura es impresionante. Rara vez juzga a un autor: suele criticar únicamente sus obras. Así de uno puede decir que tal obra es inmoral, abyecta y denigrante, y tal otra altamente recomendable, sin anatemizar al escritor que ha compuesto ambas.Uno de las excepciones es Pío Baroja, que Garmendia considera un enviado del mismísimo infierno. Por eso me sorprende lo que dice de la biografía de Pérez Ferrero. Le tuvo que parecer excelente para que hable así de ella.

  68. Rufián

    Otra pincelada más de Ferrero y de la redacción de ABC en los años de postguerra:«En otro despachito, muy oscuro, la figura de Miguel Pérez Ferrero -Perez Feretro lo llamaba Portsany por su aspecto asténico-, «Donald» seudónimo de sus críticas de cine. Pérez Ferrero era todo un personaje, con su cigarro pegado al labio, las inscripciones en las paredes de su despachito: un cerdito y «Cuánto se ha escrito y cuánto tan hermoso». Pérez Ferrero llevaba en sus andares la última bohemia. Conocía las redacciones de La Libertad, Heraldo de Madrid y había sido corresponsal de ABC en París entre 1963 y 1965. En la época de Luis Calvo, este se metía mucho con él y aprovechaba cualquier ocasión para tirarle andanadas. Pérez Ferrero era, estaba, muy en el espíritu literario del periódico; era más escritor que periodista y llevaba las colaboraciones. Hacía, además, la crónica diaria de Madrid y firmaba Sic en las ausencias de López Sancho. Asiento de mal agüero, pasaba la tarde en ir y venir de su despacho a la redacción grande; iba como un poseso en busca de Carlos Carpintier, otro histórico del diario, que hacía sucesos. Carpintier era un hombre descomunal, grande y gordo. Carpintier Carabantes tenía un hermano que había sido subdirector en 1936 de El Sol. Malagueños ambos, Carlos formaba parte de una Redacción a punto de extinguirse. Redacción de últimos coletazos de un tiempo que se estaba marchando, con los pies de los días.Carlos también había trabajado en El Sol y formaba parte del paisaje de la década de los años cuarenta, bajo la época de Portsany. Se había incorporado a Serrano 61 acabada la contienda. Carpintier provocaba o era provocado. Ver aquella mole humana impresionaba, daba respeto, como un personaje que animara el circo humano que todos llevamos dentro. Así que Pérez Ferrero, pasillo adelante hasta la Redacción grande a provocar a Carpintier. Bromas gordas, pesadas. Una tarde Carpintier tuvo a Pérez Ferrero cogido como si se tratara de un niño, la ventana abierta, la que miraba a la bóveda de la sala de rotativas, y lo tuvo en suspenso como quien tiene un juguete entre las manos y juega con él, dispuesto a dejarlo caer, en la comba de ese juego. A estas historias se unía Carlos Dávila; formaba parte del juego; y en tono menor, Gonzalo García Sánchez, «Garcival».Pérez Ferrero encarnaba, llevaba la estela de un bohemio, albacea de cafés donde la literatura se hermanaba con el periodismo, donde un artículo lo inspiraba el aliento espiral de una taza de café. Pérez Ferrero había tratado y mucho a los Machado, había escrito de ellos, lo mismo que de Pío Baroja del que escribió una biografía; y otra a Pérez de Ayala y se decía o se comentaba que había estado en la proclamación de la república en el Palacio de Comunicaciones. De ahí que Luis Calvo le zahiriese siempre y despectivamente: «Este, siempre con el poder constituido».ABC. Historia íntima del diarioJuan Antonio Pérez MateosLibro-Hobby ClubMadrid 2002

  69. Aquitania

    Rufián, melancólico o no, me sentiría muy halagada con tan amable compañía protegiéndome las espaldas de pícaros y usureros. Lo cierto es que he visitado el Rastro en innumerables ocasiones, algunas acompañada, y la mayoría sola, y nunca tuve ningún percance, pero quien sabe si esta vez…. No dispondré de mucho tiempo, apenas un par de horas (de 10:30 a 12:30). Usted dirá.——Brema, como ya le comenté recientemente, me fascina el cuadro «La biblioteca fantasma» que da título e imagen a su blog; sabe o podría averiguar si hay láminas del cuadro? y en caso afirmativo, dónde podría adquirirla?

  70. el rufián melancólico

    Aquitania, será un placer acompañarla el próximo Domingo por las callejas del rastro a la busca y lance de libros y papeles viejos. Me pongo a su absoluta disposición.

  71. Aquitania

    Fantástico, Rufián! mi recorrido será: partiendo de la plz. de Oriente, pasaré por la plz. de Isabel II, Arenal, Fuentes, Mayor, plz. Mayor, Toledo, plz. de la Cebada, torceré a la izq. (no sé como se llama) a plz. Cascorro, donde calculo estar a las 10:30, aprox.. Cumpliré con el ritual de tomar café con leche y pincho de tortilla; si le apetece, lo tomaré a compañada, si no, procuraré tomarlo antes de nuestro encuentro.Le doy mi e-mail para contactar en privado, darle mi nº de móvil para posible aunque no deseable, cambio de programa, y fijar punto de encuentro: aquitaniameister@gmail.comA partir de las 14:15 h. de hoy, me desconectaré de internet hasta el lunes noche.——–Marqués, el placer es mutuo

  72. el rufián melancólico

    Estimado Bremaneur, no tengo la fortuna del don de lenguas, ya sabe que lo mío es la jerigonza. Usted que conoce la lengua de Goethe traduzca por favor la sentencia de Gongren.La visita del marques me llena de alegría. Da solera y fuste a esta mansión. Aquitania. Soy afortunado. Tomo nota del correo. Si la fatalidad no lo impide nos veremos el Domingo.

  73. Bremaneur

    Nada, Rufián, una mentira como una catedral. Es una frase de Google… digo… de Goethe. Y quiere decir que el eterno femenino nos salvará. En esta Biblioteca no hay casualidades. La demostración de que es mentira: no lo ha dicho Gongren sino Gotigoti. Demasiada confusión.

  74. el rufián meláncolico

    Presento mis disculpas a Gotigoti. No es mala divisa la que me ofrece. La tendré muy en cuenta en los próximos días, aunque ya saben ustedes que los rufianes melancólicos pecamos de misántropos.Gongren no conocía sus conocimientos y virtudes gastronomicas. Le felicito. A ver cuando nos prepara una sabrosa sopa de letras, marca de la casa.

  75. Gongren

    Vaya. Si me dejan, lo haré. De hecho, había pensado en dar algo de forma a las reseñas de Mc Orlan. Además, hace tiempo que debo a Brema las reseñas de un par de libros –uno de ellos, un manual de contraespionaje de los años cuarenta.Eso sí, si se acercan a casa un día de éstos, les preparo con mucho gusto un arrocito al horno.

  76. el rufián

    Gongren, menciona usted un manual de contraespionaje de los años 40. Eso son palabras mayores y ya sabe usted que al igual que Bremaneur tengo también querencia por los bajos fondos. Esperaré impaciente la reseña. En la próxima semana me daré una vuelta por la ciudad del Flash, si anda usted por allí con mucho gusto le invitaría a una tortilla de las que recomienda y alzaría mi copa con un vino afrutado. ¿Del Penedes?Habría que oir al marques.

  77. Gongren

    Si se deja caer por Barcelona, avíseme. Estaré encantado de comer con usted.En cuanto al manual, se trata de un ensayo de un oficial del ejército checo, Franz Otto Mitchske, que peleó primero en las Brigadas Internacionales y luego trabajó en Bletchey Park, el centro de inteligencia británico durante la segunda guerra mundial. Más que un manual al uso, es un ensayo táctico y estratégico en el que describe lo que, cuatro años después, ocurriría en Europa y Asia: la guerra fría.Vale la pena. Sobre todo porque entre líneas se deja ver una nostalgia por una gran Europa que había desaparecido por completo.

  78. el rufián melancólico

    Le llamaré cuando llegue a barcelona. Allí se encuentra también Don Pedro que estoy seguro se apuntará al ágape.El libro que comenta tiene una pinta excelente y ya hablaremos de él más despacio. Ahora debo volver con gran placer a nuestra amada y perversa polimorfa, a Conchita. Hace escasos minutos en un ejemplar de la revista Mundo Gráfico del 17 de junio de 1931 he encontrado una foto suya que no debe ser ninguneada. Les garantizo que cuando la vean superará con creces todas sus expectativas y no se veran defraudados.Me acogo a la amabilidad y buen hacer de Bremaneur que tal vez sepa como colgarla para use y disfrute de los que aquí nos reunimos. Inmediatamente se la envío

  79. Bremaneur

    Ha sido todo un golpe de < HREF="http://labibliotecafantasma.blogspot.com/2008/01/la-danza-del-matador.html" REL="nofollow">efecto<>.

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