La biblioteca fantasma

Candasnos, literatura salvaje

Qué nos gustaba de la literatura de aquellos bohemios de principio de siglo, aquellos calaveras sucios, hampones, perfectos para ser vistos de lejos y que no soportaríamos de tenerlos al lado, leyéndonos sus ripios y aguantando su pestilencia y sus sablazos. Por encima de todo, nos atraía su libertad, la libertad que un hombre se pueda permitir y que no sabemos hasta dónde alcanza. Unos la usaban para abusar del énfasis, para el alardeo del vocablo arcano; otros, para desafiar y ofender con sus esquineras románticas y esas sífilis que parecían poco más que un resfriado trágico. Solo unos pocos tenían la habilidad de equilibrar ambas obsesiones.

El testigo de aquella bohemia lo recogieron algunos escritores para hacer su novelita social, su cuentecito político. Entre ellos, Zamacois, con aquellos folletines tremendistas suyos que se quedan en nada, en un Kempis de arrabal, al lado de esta novela de 1933, Candasnos, de José Sampériz Janín.

Es una novela de una exaltación salvaje, primigenia, y por eso mismo muy libre. Es decir, que cualquiera de sus páginas vale más que cualquier novela adocenada de las que se estilan ahora —¡la académica!—, incluidas las de ese subgénero tan de moda que son las historietas de okupas, escritas con intención transgresora y resultado grotesco, como si al guionista de un anuncio de compresas le hubiera dado por redactar un misal.

La vida de Sampériz no se la deseo a nadie. Anarquista, idealista atormentado, preso de los nazis, torturado, asesinado. Tenía 23 años cuando escribió Candasnos, y ocho después lo mataron en un campo de concentración. Toda su obra, bien escasa, quedó a trasmano de los coleccionistas más pertinaces. Difícil de encontrar, inaccesible, solo catalogada en dos o tres bibliotecas españolas y fuera por completo de las librerías. De haber proliferado por esos plúteos de Dios quizá se hubiera hablado de ella, pero nos habríamos perdido la edición de rescate que ha Salvador Trallero para la editorial Sariñena, y sobre todo nos habríamos perdido el prólogo, el estudio, la introducción, que ha escrito Javier Barreiro.

¿De qué trata esta novela? El argumento es simple. Un joven cura llega a Candasnos con la orden del obispo de hacerle la vida imposible al alcalde del pueblo. Si Delibes limitaba la técnica de la novela a la tríada «un hombre, un paisaje y una pasión», en Candasnos tenemos al hombre —el cura— y el paisaje: la desnuda ensañación de la nada, la piedra y el matorral que componen el desierto de los Monegros, escenario de ocasos apocalípticos (me basta recordar la última vez que pasé en en coche por Candasnos y Bujaraloz bajo un cielo disfrazado de terror). ¿Y la pasión? No solo una, sino cientos de pasiones, expresadas con ferocidad y con un vocabulario tan rico como resbuscado. Como dice Barreiro, «esta novela sorprende y disuena: es un mosaico de apocalipsis en una sociedad de muñecos arrebatados por fantasmas protagonistas de orgías de violencia, desgarro y ferocidad donde sólo tiene cabida el más descabalado expresionismo. En la escritura de esta novela, Sampériz parece haber sobrepasado el anarquismo. Es un nihilista sin matices o con los matices de un poeta loco que maneja un lenguaje de una intensidad léxica de alto rango. Proviene, obviamente, de un programa de lecturas libertarias y pulsiones vanguardistas, en las que desemboca una formación de seminario».

***

Sobre José Sampériz: https://aragonesesdeportados.org/es/858/samperiz-janin-jose/biografia.html

Javier Barreiro: https://javierbarreiro.wordpress.com/

COMPRAR EL LIBRO

http://www.sariñenaeditorial.es/index.php?id=librodesarrollado&libro=40

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: